Los interinos piden frenar el «abuso laboral» en una concentración ante la Delegación del Gobierno

La Voz A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Denuncian que el 10 % del Ayuntamiento de A Coruña y del resto de administraciones en la ciudad están en esta situación

14 ene 2021 . Actualizado a las 16:48 h.

Una treintena de interinos se han concentrado este jueves ante la Delegación del Gobierno en A Coruña para exigir frenar el «abuso laboral» de las administraciones y reclamar estabilidad laboral. «La ley establece que después de tres años se tienen que convocar las plazas, pero hay personas trabajando 10, 15 o 20 años sin que se convoquen», reprocha uno de los afectados, Marco Rivas.

Los trabajadores, que portaban globos amarillos, denuncian que no tienen opción de «estabilizar» su puesto y calculan que el 10 % del Ayuntamiento de A Coruña y del resto de administraciones en la ciudad están en esta situación. En todo el Estado, apuntan, los interinos son 800.000 y hay instituciones que alcanzan el 40 % de este tipo de empleados. Según explica Rivas, existe una directiva europea desde el 2001 que obliga a hacer fijo a los empleados tras tres años de trabajo, pero solo se traspuso, dice, en el ámbito privado. «Parece lo normal, pero en la Administración los interinos no tenemos esa posibilidad», censura, asegurando que la situación se registra en todos los sectores e instituciones.

No solo existe normativa, añaden los interinos, sino que hay un fallo europeo que también «reconoce el abuso» y obliga a realizar «procesos ordenados y restringidos». En cambio, denuncian, «en España se hacen oposiciones de libre acceso, sin aplicar la sentencia». «Reclamamos estabilidad laboral; no porque creamos que estamos por encima de la ley, sino porque el ordenamiento jurídico europeo nos reconoce esa estabilidad», defiende Rivas, que critica que los tribunales y administraciones estatales «no están dando cumplimiento a la normativa europea».

Las concentraciones de interinos están convocadas en todo el Estado y desde A Coruña aseguran que seguirán convocándolas porque, dicen, «nos estamos jugando nuestro trabajo y nuestros derechos». «Tenemos la sensación de que somos trabajadores de segunda», lamentan, apuntando a que pueden ser despedidos «en cualquier momento y sin derecho a indemnización» y tampoco pueden «hacer carrera profesional».