El covid no frena a Tierra de Hombres, la oenegé con la que se han salvado más de cien niños en Galicia

La Voz A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

tierra
CESAR TOIMIL

En enero está previsto que lleguen dos pequeños a A Coruña y a Vigo para ser operados

11 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Son, describe Raúl Besada, «un proyecto de salud». Desde que Tierra de Hombres echó a andar en Galicia en el 2003, gracias a esta oenegé se salvaron más de cien vidas (más de 800 en toda España). Son los niños que se operaron en A Coruña, Vigo y Santiago, donde cuentan con voluntarios y familias de acogida.

El funcionamiento de este colectivo que se fundó en Suiza en 1960 y que llegó a España en 1994, primero a Madrid y después a más comunidades, es el siguiente: un voluntario acompaña a un menor que necesita ser operado hasta al aeropuerto. Este pequeño padece una dolencia para la que no cuentan en su país con infraestructuras sanitarias para la intervención. Normalmente, son de origen africano. En Galicia, lo reciben voluntarios de la asociación. Unos acompañan al niño en el hospital, durante todo el operatorio, y una familia de acogida lo cuida después en su casa mientras se recupera.

Todo tiene que estar muy coordinado. Con el Sergas y con los tres hospitales donde los operan. En A Coruña, el Teresa Herrera; en Vigo, el Álvaro Cunqueiro, y, en Santiago, de momento, Nuestra Señora de la Esperanza. «Cuando llegan, las citas están reservadas. Lo importante es que la familia de repuesto comprenda los principios de la oenegé para que podamos repetir con ella. Eso, su sensibilidad, importa más que su capacidad económica», explica Besada, que no se olvida del primer niño que acogieron, Geromé, de Madagascar, operado de una cardiopatía en el 2006 en el materno de A Coruña, del Chuac.

Nuevas llegadas

En un 2020 marcado por la pandemia, los apoyos anuales como el de la Fundación Repsol han sido claves. «En años como este, en el que no realizamos eventos y muchos colectivos priorizaron causas cercanas, saber que íbamos a contar con esta ayuda fue especialmente importante», dice Raúl Besada, que recuerda que el polifacético Lino Braxe fue uno de los primeros voluntarios de Tierra de Hombres en A Coruña. Poco a poco, van regresando a la normalidad. «El covid ralentizó todo, dependemos de vuelos internacionales. Si todo va bien, a finales de semana llega una niña a Vigo y, antes de que termine el mes, un niño a A Coruña».