Claudia Pan, diseñadora de moda en 3D: «Casablanca fue donde viví mi vida más rutinaria y satisfactoria a nivel personal»

Alejandro García Chouciño
A. g. chouciño A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Claudia Pan en la estación de São Bento de Oporto
Claudia Pan en la estación de São Bento de Oporto

Esta coruñesa lleva una década viviendo en diferentes países. Ahora afronta una nueva etapa como autónoma en Portugal

29 dic 2020 . Actualizado a las 11:56 h.

A sus 24 años, Claudia Pan Vázquez lleva una década viviendo en varios países lejos de casa. Su primera experiencia comenzó en el exterior por motivos familiares: «Mi padre llevaba ya dos años viviendo en el norte de Portugal con mi hermano y cuando mi madre tuvo la oportunidad nos fuimos las dos para Braga junto a ellos», explica Pan.

Pese a que al principio confiesa que el cambio fue difícil, afirma que el país vecino le ha dado una de las mejores experiencias de su vida. «Rápidamente me adapté a esta nueva ciudad, aprendí portugués e inglés, establecí nuevas amistades que aún perduran, encontré a mi pareja que me sigue apoyando en mis decisiones aventureras que me llevan a vivir en diferentes países y me enamoré de Portugal, su historia, su arte y su carácter».

«Me enriquecí de todo lo que tiene para ofrecer Londres, museos, mercados, música, teatro, etc.»

A nivel académico optó por enfocarse hacia el mundo del diseño de moda, «en un principio inspirado por las técnicas e historia del arte en diferentes países y la influencia en sus habitantes». Aquí es cuando se emancipa de sus padres, que regresan a la ciudad herculina, y comienza en una de las mejores universidades de moda, la BA (Hons) Fashion Design and Developement, en la London College of Fashion. «Me enriquecí de todo lo que tiene para ofrecer Londres, museos, mercados, música, teatro, etc. Mi carrera allí me abrió los ojos a nuevas áreas del diseño que han marcado mi orientación profesional, el diseño y desarrollo de moda en 3D», señala esta coruñesa. Esta carrera le brinda la oportunidad de regresar a Galicia durante nueve meses para realizar prácticas curriculares en Adolfo Domínguez. Poco después las completaría con otra beca en patronaje para Bershka en Barcelona. «No vivía en España desde los 14 años aparte de mi corta estancia en Ourense, que fue como una especie de Erasmus», resalta.

Terminada la carrera, buscó su primer trabajo como diseñadora y lo encontró en Casablanca. «Mi vida en Marruecos fue sorprendente, mucho más Europea de lo que imaginaba. Esto, en cierto modo, me dio tranquilidad, pero también con las facetas rutinarias de la vida marroquí donde encontrabas el encanto en las tareas más simples», afirma Pan. «En Casablanca me aventuré a vivir sola en un pequeño piso en el centro, en el cual empecé a crear mi vida pensando también en el futuro. Me atrevo a decir que en Casablanca fue donde viví mi vida más rutinaria y satisfactoria a nivel personal», añade. Lamentablemente, el inicio de la crisis sanitaria truncó sus planes y se vio obligada a regresar, diez años después, a A Coruña.

Tras quedarse sin trabajo debido al covid-19, decidió trasladarse a Portugal para vivir con su pareja, que no veía desde febrero, y crear su propio servicio freelance. «Desde mayo estoy en activo como diseñadora freelance de 3D y hace unos meses también empecé a trabajar en un proveedor en cerca de Oporto, llevando el departamento de 3D. Aquí creo muestras virtuales con el Software CLO, formo a diseñadores y patronistas en este programa, y trabajo en una especie de laboratorio textil haciendo las pruebas de diferentes tejidos para su implementación en el Software».

 «Definitivamente la industria de la moda se ve ante un cambio en la forma usual de trabajo y venta al público»

Sobre la situación de su gremio, opina que en estos momentos, tanto en España como en Portugal, se encuentran en una situación complicada. «Se ha visto bastante afectada por la pandemia y esto ha llevado a grandes cortes, ERTE y alguna suspensión de proyectos. Definitivamente la industria de la moda se ve ante un cambio en la forma usual de trabajo y venta al público, lo que pienso que, en un futuro no muy lejano, llevará a nuevas oportunidades trabajo», indica. Sin embargo, Claudia considera que, como freelance, «hay más recurrencia a este tipo de autónomo, pues es 'más seguro' para las empresas en este momento de incertidumbre, pero nos cae a nosotros la inestabilidad, un mes puedes estar con muchos pedidos y al siguiente tener que buscar nuevas colaboraciones».

Pese a llevar sobre sus espaldas una década con cambios de residencias, no descarta volver en un futuro a la ciudad herculina. «A Coruña siempre será mi casa, dónde pasé mi infancia y dónde se encuentra mi familia. Esté donde esté, soy gallega y coruñesa, lo que me trae mucho orgullo y lo que mi acento delata aún después de tantos años».