Las postales navideñas arrasan este año en A Coruña

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Las restricciones en las reuniones familiares por el covid-19 han hecho revivir la tradición de los chrismas, agotadas en muchos comercios de la ciudad

22 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

A principios de diciembre, los coruñeses comenzaron a comprar tímidamente las tradicionales postales de Navidad. Las papelerías y librerías tenían en sus expositores las que les habían quedado sin vender del año pasado y solo algunas unidades nuevas que les iban llegando. «Es que es una costumbre muy bonita que se ha ido perdiendo. Ahora la gente felicita por teléfono o por correo eléctrico. Ya no es como antes...», explica Manuel, un vecino de la ciudad que sigue manteniendo esa tradición viva.

Un repunte inesperado

El caso es que a media que el mes de diciembre fue avanzando y cada vez estaban más claras las restricciones de movilidad para las fiestas, los ciudadanos se echaron en masa a las papelerías para volver a comprar postales navideñas. «Te puedo confirmar que hemos tenido que reponer dos expositores dos veces. Se nos agotaron las existencias. Calculo que en un primer momento venderíamos unas 400 postales, y el viernes pasado nos vino la segunda remesa. Ha sido algo sorprendente», confirma Laura Traba, empleada de la Superpapelería de Juan Flórez. Lo mismo indica Marisol Fernández López, que tiene un pequeño quiosco en la calle de la Gaiteira: «Ya no me queda ninguna. Las agoté la semana pasada. La verdad es que como era un producto que no tenía buena salida, tampoco tenía muchas en la tienda. Pero este año ha sido algo inusual, las siguen pidiendo... quizás porque la gente no puede ir a casa de sus familiares y quieren tener un detalle con ellos», explica.

En la librería Ositos, ubicada en el barrio de Elviña, Domingo Santalucía y Eva Precedo también comentan que en el 2019 no vendieron ni una. «Y este año vendimos todo lo que teníamos, incluso lo más clásico. A los clientes les valía cualquier cosa para poder felicitar las fiestas», indican. En la librería de El Corte Inglés confirman ese repunte: «Las ventas han crecido considerablemente con respecto a los años anteriores».

Según los comerciantes, este bum de los christmas navideños se debe, básicamente al covid-19. «La gente pensaba que se podría juntar como siempre para las fiestas, pero al confirmarse las restricciones y ante el aumento de casos... muchas reuniones familiares se han cancelado. Y optan por felicitar a los suyos con algo más personal, más duradero o más emotivo que un correo electrónico o una llamada telefónica. Es decir, la postal de toda la vida. Así que sí, se puede decir que gracias al coronavirus se ha recuperado esta tradición. No sé si el próximo año seguirá este bum, pero el 2020, desde luego, se ha notado más movimiento en las ventas y envíos», explica el empleado de una papelería.

Por barrios

La demanda, al parecer, va por barrios. La zona centro es más tradicional y es donde más se demandan las postales navideñas. «En Panaderas, por ejemplo, nuestros compañeros venden mucho las que tienen dibujos, pero aquí, en la tienda de Juan Flórez, nos demandan más las que incluyen imágenes religiosas, con los Reyes Magos, el nacimiento... porque dicen que las otras no tienen nada que ver con el espíritu de la Navidad», explica Laura Traba. Mariluz Diéguez, de la papelería Area, en el barrio de Elviña, comenta que vendió mejor las postales de fines solidarios y que suelen presentarse en lotes de ocho o diez unidades, con un precio algo más elevado que las convencionales. «Lo que va un poco más lento es el calendario del Ayuntamiento, que ha llegado este pasado viernes porque al parecer hubo algún problema y eso retrasó la distribución en las librerías. Todos los años se vende muy bien para enviar a los familiares con una participación de la lotería». Suso Cambón, de la librería Azeta, confirma la tendencia: «El calendario municipal siempre triunfa, porque la gente lo utiliza como una postal. El año pasado nosotros vendimos más de mil, y la mayoría era para regalar o enviar a la familia», explica. El precio del calendario municipal ha subido ligeramente de precio este año y se vende a 1,35 euros.