El falso médico Coté se ofrece a ir a la cárcel y a indemnizar a las víctimas

Alberto Mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Pool

El fiscal pide 338 años de prisión y él busca un acuerdo que no pase de 10

17 dic 2020 . Actualizado a las 20:27 h.

José Manuel López, más conocido como Coté, lo debió de ver muy negro ayer para evitar el juicio, enfrentarse a una condena que podría encerrarlo en prisión una larga temporada y un desembolso millonario para las 168 víctimas que lo acusan de lesiones y hasta de un homicidio. Para esquivarlo está dispuesto a reconocerse culpable a cambio de una condena de prisión nunca menor de 6 años, pero lejos de la pena que para él piden las acusaciones. Además, se compromete a alcanzar un acuerdo económico con los denunciantes.

Nadie se lo esperaba, y a todas las acusaciones las cogió con el pie cambiado. Pensaban interrogarlo, pero él contestó a través de su abogado con una oferta que a no todo el mundo convence. Mientras que, en principio, la mayoría de las 13 acusaciones particulares ven el acuerdo con buenos ojos y estarían dispuestas a estudiarlo, otras no tanto. Esther Fontán, portavoz de la asociación de Afectados por Coté, representada por el abogado Rubén Veiga, cree que la dignidad está por encima de todo y que para ellos cualquier condena sería poca. No obstante, el ofrecimiento de acuerdo por parte del falso médico lo someterá a votación entre los cien afiliados de la asociación. Tampoco el colegio de fisioterapeutas ni el de médicos se mostraron favorables, si bien lo valorarán y hoy, que tendrán que dar una respuesta a la jueza, dirán cuál es su postura final.

Coté se enfrentaba a una petición del fiscal de 338 años de cárcel, a la que hay que sumar la pena de cuatro años y medio que impuesta por el Tribunal Supremo por hechos similares cometidos en un local en Castellón.

De llegar a un acuerdo, el juicio terminaría hoy y el acusado continuaría varios años más en la cárcel, aparte de ver reducido su gran patrimonio de forma considerable. Fuentes judiciales sostienen que la pena, en caso de acuerdo, no sería muy alta. Mayor de 6 años pero inferior a 10. En caso de que tuviese un buen comportamiento y la junta de tratamiento de la prisión votase favorablemente, podría disfrutar de permisos en menos de 6 o 7 años.

La sesión de ayer comenzó como si nada de esto pudiera ser cierto. Coté se sentaba en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de A Coruña para seguir siendo juzgado por los delitos de intrusismo, estafa, falsedad, homicidio por imprudencia y lesiones. La Fiscalía, como las acusaciones, atribuye a Coté el haberse atribuido públicamente la condición de médico, ejecutando dicha profesión sin más títulos que el de bachillerato. También imputa a su esposa un delito de blanqueo por el que solicita para la investigada 3 años de prisión.

Condenado por el Supremo

El juicio, que se prolongará durante cuatro meses en caso de que hoy no haya acuerdo, comenzó la semana pasada con las cuestiones previas aportadas por las partes. Y ayer jueves estaba prevista la declaración del investigado, que desde octubre está en la cárcel ourensana de O Pereiro de Aguiar cumpliendo la pena de cuatro años y medio que le impuso el Supremo por intrusismo y estafa en una clínica de Castellón.

Antes de escuchar a Coté y su sorprendente propuesta, la jueza de la Sección Primera de la Audiencia se dirigió a las partes para decirles que se iban a incluir en la causa los registros y las intervenciones telefónicas realizadas al investigado en su clínica de Ferrol. La defensa había pedido que no se tuvieran en cuenta. Una vez que la magistrada dejó claro qué acepta y que no, dio unos minutos de descanso antes de la declaración del acusado. En Castellón solo había contestado a su letrado.

Un joven acudió a la consulta con cáncer de boca, él le dijo que era un ganglio y murió

A las puertas de la sede judicial, la portavoz de la Asociación de Afectados de Intrusismo Médico Sanitario, Esther Fontán, lamentó el viacrucis judicial, una instrucción que se ha prolongado a lo largo de los últimos trece años, y condenó el daño «físico, psíquico y psicológico» que, presuntamente, les causó el falso doctor. Acerca de las expectativas de cara al juicio oral, no esperan reparación, solo «poder pasar página, vivir nuestra vida, desde la única convicción y la tranquilidad de que, al menos durante una larga temporada no nos lo vamos a encontrar por la calle», recalcó la representante de 101 perjudicados.

El encausado, que cumple condena en la prisión de O Pereiro de Aguiar por estafar a una veintena de personas en Vinaroz (Castellón), ocupó el banquillo junto a su esposa, imputada también por un delito de blanqueo de capitales. Durante el juicio, en caso de que no se alcance un acuerdo, el falso médico debería enfrentarse a los relatos de las 168 víctimas que dejó a su paso por Ferrol, y que denuncian que los trató a nivel médico, llegando incluso a intervenirlos quirúrgicamente, cuando solo cuenta con un título de bachillerato.

Entre las vivencias de los denunciantes hay casos de pacientes a los que supuestamente estafó 180.000 euros por el pago de sus tratamientos, o a los que cobró 13.000 euros por una operación contra la leucemia. El caso más grave, por el que se enfrenta a un delito de homicidio imprudente, es el de un joven al que no diagnosticó un cáncer de boca. Acabó falleciendo. Le dijo que el tumor era «un ganglio».