Coruña se ve en el mundo entero

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

Netflix

Después de ver «El desorden que dejas», la serie que es tendencia en Netflix, a una le entra el subidón de observar su ciudad como la más bonita del mundo

17 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta crónica es para presumir. No me queda más remedio que hacerlo porque después de ver El desorden que dejas, la serie que es tendencia en Netflix, a una le entra el subidón de observar su ciudad como la más bonita del mundo. Pero, además, le entra el orgullo de saber que, gracias a esta nueva manera de consumir tele, ahora se puede disfrutar de Coruña en el mundo entero. No sé si es por la pandemia y por la imposibilidad que hemos tenido tanto tiempo de pasear por nuestra ciudad que de pronto asomarse a ella en los ojos de Inma Cuesta me ha parecido revelador. Un gustazo. Y he caído, en esa confianza que da asco, en el poco valor que le damos a este entorno tan de película. La Marina, la coraza del Orzán, la dársena y todo ese decorado que tenemos de fábrica sobrecoge cuando la cámara lo enfoca con la distancia que nos da vivirla como espectadores. No puede ser más bonita esta ciudad, pensaba yo, mientras el mar de Riazor se le abría a Inma Cuesta como un paisaje íntimo tan inspirador con el viento de cara. Esa misma sensación de «esto no puede ser real» la tiene cualquiera que se acerque al monte de San Pedro y quiera darse el homenaje de comprobar que vive en uno de los lugares más maravillosos de este planeta. Lo digo con el sonrojo de la euforia con la que lo palpé el domingo pasado cuando llegué a esa explanada que ofrece un mirador con altura y, como una turista embobada, saqué el móvil para hacerle la foto. Es el mejor escenario que puede haber, volví a pensar, cuando Sidonie arrancó en Árbore da Veira un concierto para un público entregado. No creo que haya muchos grupos tan afortunados de verse reflejados en esa postal que Marc Ros, el líder de ese trío festivo, reconoció hipnótica. A poco que te asomes, Coruña, ya lo ven, nos deja siempre admirados.