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Un hostelero de A Coruña: «Ya tenemos muchas reservas para todo el fin de semana»

F. Brea / E. Silveira A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Ángel Quintáns ultimando los detalles para la reapertura de su restaurante
Ángel Quintáns ultimando los detalles para la reapertura de su restaurante CESAR QUIAN

Los profesionales del sector se afanaron en poner sus locales a tono para recibir de nuevo a los clientes

04 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, anunció el miércoles que la hostelería podría reabrir sus puertas este viernes, los propietarios de los negocios se pusieron manos a la obra. Pero, por lo que parece, puede merecer la pena, ya que la población tiene ganas de volver a disfrutar de bares y restaurantes.

Una vez que se conoció la noticia los teléfonos comenzaron a sonar, todo para asegurarse el tener una mesa reservada. Lo comentaba el propio miércoles Adrián Felípez, del restaurante Miga, y lo corroboraba ayer Ángel Quintáns desde el Comarea Marina. «Ya tenemos muchas reservas para todo el fin de semana. El miércoles, como aún no estábamos en el restaurante, sé que hubo gente que intentó averiguar mi teléfono personal para hacer la reserva», asegura.

Este jueves ya estaba en el local distribuyendo las mesas para que hubiera distancia de seguridad, teniendo en cuenta que en el interior puede trabajar con un aforo máximo del 40 %. «El restaurante es amplio y se ve que hay espacio. Abrimos con ganas, aunque sigue la incertidumbre de qué va a pasar», señala. Eso sí, están contentos de que «se puedan sentar incluso seis no convivientes para compartir mesa y que el cierre sea a las 23.00 horas».

Coincide también con el inicio del toque de queda, por lo que son los clientes quienes deben ser consciente de ello: «A esa hora nosotros cerramos la puerta. Si alguien vive al lado puede apurar hasta menos cinco, pero siempre hay gente que se despista y por eso nos preocupamos de recordarles las normas».

Desde primera hora

Abel Ríos Gómez ya preparaba el jueves a las ocho de la mañana la reapertura de la cafetería Katua. «Después de cuatro semanas de cierre, uno no puede dejar de ser optimista», indicaba mientras no paraba de saludar a los vecinos de la calle de La Merced, en O Castrillón, que pasaban por delante de su local. 

Abel explica que todos estos meses de pandemia han sido una sangría económica para su negocio: «En el primer confinamiento, calculamos unas pérdidas acumuladas de más de 8.000 euros. Ya solo de renta pagamos 1.200, más 500 euros de luz, más 200 de agua, los empleados... Es decir, unos 3.000 al mes, más todo lo que dejamos de facturar», recuerda.

Entre los productos de limpieza, Abel afirma que este último mes recibió una ayuda de 362 euros, cuando ya solo su cuota de autónomos es de 300 euros. «Es algo ridículo», indica. Espera, eso sí, que no les vuelvan a cerrar y poder aguantar con tan solo el 40 % del aforo: «Todavía no sabemos qué vamos a hacer con los menús diarios. Dependemos de los trabajadores que hay en esta zona y de algunas academias de formación».

Pago de las ayudas

Hosteleros de A Coruña se concentraron este jueves ante el edificio administrativo de la Xunta, en Monelos, para reclamarle a la Administración autonómica que agilice el pago de las ayudas prometidas. Aseguran que son necesarias ya, porque están al «límite». Ante las puertas del inmueble, Pedro, de la sala Filomatic, comentaba que «o que nos dan é unha limosna que non chega para os gastos».

Por su parte, Xabi Barral, de La Barbería, lamentaba que siguen «esperando polo Presco e pola Xunta, que propón unhas axudas cuns condicionantes que non son fáciles para acceder a elas», señalaba. Además, aseguraba que en el sector están «fartos do descrédito que se proxecta sobre o noso traballo».

Aumentan los aforos interiores y exteriores para los espectáculos

Desde este viernes también podrá acudir más gente a ver una obra de teatro o un concierto, por ejemplo. Si hasta ahora a un recinto como el Coliseo únicamente podían asistir 60 personas, desde la jornada de hoy ese límite se incremente hasta las 500. En el caso de espectáculos al aire libre, el máximo de asistentes se fija en mil.