La empresaria gallega que llena la ciudad de motos eléctricas

Olga Suárez Chamorro
Olga Suárez LA VOZ / REDACCIÓN

A CORUÑA CIUDAD

Natalia Pais muestra dos de los vehículos disponibles en A Coruña
Natalia Pais muestra dos de los vehículos disponibles en A Coruña EDUARDO PEREZ

La coruñesa Natalia Pais se ha lanzado al negocio del «motosharing» como alternativa al transporte tradicional, con una flota de 50 vehículos

02 feb 2022 . Actualizado a las 12:00 h.

Las bicicletas de alquiler ya están implantadas desde hace tiempo en las ciudades gallegas, pero en el último año ha llegado un nuevo servicio al que ya están acostumbrados en las grandes ciudades: el alquiler de motos eléctricas que el usuario localiza a través de una aplicación y con el que puede trasladarse de un lugar a otro sin que necesariamente exista un punto concreto donde dejarlas. En el argot internacional este servicio se conoce como motosharing y una de las empresas que ha llenado las calles de A Coruña de estos vehículos eléctricos se llama Motiños.

Detrás de este nombre tan gallego está Natalia Pais, una emprendedora coruñesa que, aunque sorprenda, hasta hace poco más de un año no le interesaba mucho el mundo de las dos ruedas: «La primera vez que monté en una moto fue precisamente en una de alquiler por Madrid». En esta ciudad estudió Empresariales y, durante esa etapa, pudo comparar las diferentes opciones para moverse que hay en las grandes ciudades.

Pero fue más adelante, tras quedarse sin trabajo, cuando decidió que quería montar una empresa propia. Capitalizó el paro y se puso a pensar en ideas que pudieran tener éxito en su ciudad, «quería salirme un poco de lo convencional y vi esta idea en una feria de franquicias», explica. Finalmente, decidió montarla por su cuenta y crear un marca propia: «La parte del negocio que facilita una franquicia, como puede ser el caso del márketing, era algo que yo ya conocía, y además prefería tener el control de mis clientes». Así nació Motiños, con una inversión inicial de entre 150.000 y 200.000 euros, y con ella, su marido y su hermano como socios. Se ayudaron también con un crédito ICO y realizaron la primera gran inversión, la compra de cincuenta motos eléctricas que se pueden conducir con el carné de conducir básico.

Retraso por la pandemia

Pero todo esto ocurría en enero del pasado año, con la idea de poner en marcha el negocio en el fatídico marzo del 2020: «El estado de alarma nos pilló con las motos en Madrid y pendientes de la matriculación y de la instalación del sistema de geolocalización», recuerda. Finalmente, los vehículos eléctricos empezaron a rodar por las calles de A Coruña a mediados de agosto y con el turismo —con el que contaban para empujar el negocio— a medio gas. No obstante, Natalia Pais habla de su capacidad de aprendizaje y de cómo se han ido adaptando a las situaciones que han surgido a lo largo de este año; explica todo lo que ha aprendido en este tiempo y de cómo ha pasado de saber poco de motos a ser una auténtica experta en reparación de vehículos eléctricos.

Una vez en marcha, reconoce que la acogida entre los clientes ha sido muy buena; incluso entre los que no habían subido antes a un vehículo similar: «conducirlas es tan fácil como ir en bici», subraya, y destaca que hay mucha gente que las usa para ir a trabajar, pues no tienen que depender de horarios rígidos de un autobús. Sus motos tienen 60 kilómetros de autonomía y pueden dejarse en cualquier punto de la ciudad.

Su día a día ahora pasa por cambiar las baterías, desinfección y reparación de las motos. La idea es incrementar la flota y ampliar su área de competencia a otras ciudades gallegas. Además, quieren convertirse en distribuidores de vehículos eléctricos y han solicitado asociarse con el plan Moves de la Xunta, que fomenta la movilidad eficiente y sostenible.