Primeras centollas entre piezas espectaculares de lubina salvaje

La Voz REDACCIÓN

A CORUÑA CIUDAD

Emiliano Mouzo

12 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Las limitaciones que están padeciendo los establecimientos de hostelería, sin clientes presenciales, cuando no cerrados por completo y con los fogones apagados, está llenando los puestos del mercado de género de todos los colores, olores y sabores, y con piezas espectaculares que no se ven de forma habitual. Todo un espectáculo sensorial para el que visita la plaza.

centolla

Nueva en el mercado. Recién llegada a los expositores, hay ganas de centolla entre los clientes. Los consumidores ya han catado las primeras piezas. «Hay que escogerlas porque son pequeñas», explica Paula desde el puesto de María del Carmen Parga, en el mercado de la plaza de Lugo en A Coruña. Pero bueno, «nadie ha protestado», señal de que el tamaño no está reñido con la calidad. Entre los precios, de todo. Paula vendía ayer los ejemplares más pequeños a 20 euros el kilo; a 25 las que pesaban en torno a kilo y medio y a 30 las más grandes. Para elegirla, fijarse en que esté dura y un poco abierta por la parte de atrás, donde el caparazón se une con el cuerpo y las patas. De todos modos, en el mercado puede encontrarse centolla gallega a 8,85 euros el kilo e, incluso, a 7 euros si se trata de un ejemplar macho.

lubina

Salvaje, de aquí. Julia López, al frente del puesto 72 del mercado de la plaza de Lugo, exhibía ejemplares extraordinarios de lubina capturada en aguas gallegas. Y a un precio asequible, a 19 euros el kilo de una pieza que podría rozar los tres. Nada que ver con las de crianza que en un supermercado cercano habían llegado procedentes de Grecia, unas; y de Turquía, otras.

almeja rubia

Alta demanda. La almeja rubia o roja está en temporada y cotiza al alza, para sorpresa de los mariscadores, que esperaban un batacazo en los precios por el ralentí de la restauración. En el mercado de Ribeira el kilo de la especie se vendía a 15 euros, idéntico precio al de las centollas de la ría que se exhibían al lado.

calamar de potera

El efecto colateral de la prohibición del tapeo. El cierre de la restauración de tapeo en algunos puntos ha desviado hacia pescaderías y puestos de la plaza de abasto los calamares que antes acopiaban tascas, mesones y lugares de picoteo. Es el caso de A Coruña, varias pescaderías y hasta cinco puestos de la plaza de Lugo ofrecían calamar de potera o de la ría a precios que variaban entre los 23 euros y los 28 euros.