José Souto, hostelero: «Tuve que vender un coche y tengo el piso hipotecado para intentar salir adelante. No podemos hacer más»

A. G. CH. / B. F. A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

José Manuel Souto Zas, propietario de El Cigarral
José Manuel Souto Zas, propietario de El Cigarral B. F.

El propietario de El Cigarral pide que las ayudas sean inmediatas y directas para salvar la hostelería

05 nov 2020 . Actualizado a las 12:23 h.

El anuncio de clausurar la hostelería en A Coruña y otros municipios del área metropolitana saca a la luz la situación crítica que viven muchos hosteleros de la ciudad. Es el caso de José Manuel Souto Zas, propietario de El Cigarral, ubicado en la plaza de Tabacos. «Lloré cuando fue el primer confinamiento y volví a llorar ayer con este nuevo cierre», lamentó Souto en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz.

«¿Qué hostelero no tiene una deuda ahora? Que alguien me lo diga»

Este hostelero indicó que la situación ya está al límite y que necesita que las ayudas «sean inmediatas y directas. Tienen que ser desde la Xunta al negocio, no que tengamos que ir a los bancos. A mí la entidad no me abre la puerta al estar endeudado. ¿Qué hostelero no tiene una deuda ahora? Que alguien me lo diga». Añadió que ayudas como el bono Presco, que él no ha solicitado pero según le comentan otros compañeros «aún no han sido cobradas». En su caso particular, Souto confiesa que tuvo «que vender un coche y tengo el piso hipotecado para intentar salir adelante. No podemos hacer más».

Las últimas modificaciones llevadas a cabo durante las últimas semanas han causado que desde el gremio vivan «en un estado de ansiedad y nerviosismo. No sabes lo que va a pasar, ni puedes organizar nada». El Cigarral había abierto hace menos de un año y aún no se habían recuperado del confinamiento domiciliario. «He tenido que empastillarme para poder dormir. Ahora mismo no me puedo coger una baja porque entonces no puedo abrir el negocio», relató Souto.

«Los ERTE no son gratis. Las gestorías cobran por hacer los trámites»

Durante la cuarentena el local tuvo al 100 % de la plantilla en ERTE. Ahora Souto se cuestiona si tendrán que volver a pagar esas gestiones. «Los ERTE no son gratis. Las gestorías cobran por hacer los trámites. Entonces, ¿tendremos que volver a hacer el mismo procedimiento y volver a pagar?», resaltó. Justo la semana pasada había comenzado a trabajar una nueva empleada en su local. «¿Qué hago con ella?, ¿Actúo bien o actúo mal? pero, ¿Quién se porta bien conmigo?». 

Luchar hasta el final

Souto cuenta que otro trabajador ya le pide que le deje marchar. «Quiere irse porque es de Madrid y aquí vive en una habitación que tiene alquilada. Tiene que darle la manutención a su hijo y ve la situación muy negra». No obstante, Souto va a luchar hasta el final por intentar mantener el negocio y recurrirá a la venta de comida y bebida para llevar: «Tengo una ventana que da a la calle y tiraremos por ahí».