Los vecinos de la calle de la Torre exigen una solución «por compasión» para el indigente que vive allí
A CORUÑA CIUDAD
El hombre se cambió de acera para resguardarse de la lluvia debajo del alero de un edificio
20 oct 2020 . Actualizado a las 10:13 h.José Ignacio, el sintecho de 59 años que deambula sin ropa y duerme en la calle Torre desde hace meses continúa en el barrio. Hace menos de un mes quedó sin el amparo contra el frío y la lluvia que le ofrecía el hueco del portal número 23 de la vía. Fue tapiado por sus dueños a raíz de un incendio causado por él mismo. Se instaló en medio de la acera y se cubría por el plástico de una pequeña y antigua lancha de playa. Pero aun así la lluvia calaba en su cuerpo.
José Ignacio se cambió para la acera de enfrente, al número 20 de la calle de la Torre, que hace esquina con el callejón García. Rodeado de prendas rotas y húmedas, de botellas y de envases con restos de comida aseguró que se había cambiado «porque aquí llueve menos».
Una patrulla de la Policía Local pasó sobre las ocho y media de la mañana de este martes. Y como hacen habitualmente los agentes pararon a la altura de José Ignacio. Le insistieron que atendiese a las recomendaciones de los técnicos de Asuntos Sociales. Pero el hombre, totalmente desnudo y tiritando de frío, utilizó el silencio por respuesta.
Los policías también le indicaron que no podía tener sus pertenencias esparcidas por la acera para no molestar a los viandantes, y ellos mismos arrimaron los restos acumulados por José Ignacio bajo la mirada de varios vecinos.
Estos ya no hablan de los problemas que causa José Ignacio: exhibicionismo, salubridad e, incluso, de seguridad, «ya que este hombre en ocasiones se vuelve agresivo». No, varios vecinos de la calle Torre hacen alusión a la compasión, al sentimiento de pena por José Ignacio: «Las autoridades, las Administraciones no pueden mirar hacia otro lado, no pueden cerrar los ojos ante las calamidades que esta pasando este hombre», indicaron. Y si es porque él no acepta ir a ningún albergue, «tiene que existir alguna herramienta para evitar semejante tristeza», subrayaron.