Estos ejemplares son perfectos para introducirte en el mundo de la ornitología

A. g. chouciño
Periodista

Puede que en más de una ocasión te hayas quedado embobado observando el vuelo de algún ave por la costa de A Coruña y te hayas preguntado de qué especie en concreto se trataría. A lo mejor simplemente te entretiene ver cómo juguetean entre ellos en los campos de la Torre, por ejemplo. Sea cual sea tu caso particular, si el mundo de los pájaros te despierta interés aquí encontrarás cinco ejemplares que podrás ver fácilmente por la ciudad herculina y sus alrededores. Solo precisas unos prismáticos para que ningún detalle pase desapercibido y armarte de paciencia.

Ejemplar de zarapito trinador
Ejemplar de zarapito trinador antonio sandoval rey

Zarapito trinador

Su reclamo ya te llamará la atención sobre el resto de aves y para encontrarlo bastará con acudir hasta la ría de O Burgo. Antonio Sandoval destaca de esta especie su peculiar pico: «Ese pico tan llamativo les es muy útil a los zarapitos para llegar a los gusanos más enterrados en el fango de los humedales». Un repostaje más que necesario en sus viajes de 5.000 kilómetros cada primavera y otoño entre Islandia y África. «Algunos no se detienen en ningún lugar en sus migraciones entre el continente africano y la isla europea» destaca. Unos pocos ejemplares prefieren quedarse a pasar el invierno aquí en A Coruña.

Otras zonas donde los puedes encontrar son las rocas del entorno de las Esclavas.

Ejemplar de somormujo lavanco
Ejemplar de somormujo lavanco antonio sandoval rey

Somormujo lavanco

Un pico largo en forma de cuchillo. Con esta premisa podrás aventurarte a buscar somormujos lavancos en el embalse de Abegondo-Cecebre. Rostro blanco, ojos rojos y anchas gorgueras de color caoba a los lados te servirán como pista. Por otra parte, cabe destacar que en invierno lucen un plumaje más discreto y en primavera cambia a un color más llamativo. Además, rara vez las verás en tierra firme, ya que no les gusta. Su nido es flotante. «Al poco de romper el cascarón, sus hijos ya nadan y bucean, al principio entre las plumas de la espalda de sus padres», destaca el experto.

Los machos y hembras se distinguen de los jóvenes por las plumas que adornan sus cabezas, ausentes en los segundos, explica Sandoval.

Ejemplar de vuelvepiedras
Ejemplar de vuelvepiedras ANTONIO SANDOVAL REY

Vuelvepiedras

Las rocas al pie de la Torre de Hércules puede ser una de sus localizaciones predilectas en la ciudad herculina. Este peculiar nombre cobra sentido al descubrir que, para alimentarse, ponen del revés las piedras y algas que se van encontrando en busca de pequeños invertebrados. Otras zonas en las que los podrás avistas son en la ría de O Burgo, en la cala de San Roque de Afuera, coincidiendo con la pleamar o la zona del castillo de San Antón. 

«Durante varios años invernó en A Coruña un ejemplar hembra que había sido marcado con anillas de colores en Nunnavut, en Canadá. Se trata de la zona poblada por humanos durante todo el año más al norte del planeta», cuenta Antonio. Otros vuelvepiedras procederán de Groenlandia, Escandinavia...

Ejemplar de tarabilla común
Ejemplar de tarabilla común ROI FERNÁNDEZ

Tarabilla común

La podremos encontrar, por ejemplo, en los campos de la Torre y por O Portiño, ya que le gusta posarse en lo alto de los arbustos o de los tojos. Desde esa posición buscará insectos alados que cazará al vuelo. Podrás identificar a los machos por su pecho color ladrillo y su llamativa nuca blanca. Su cabeza es negra. La hembra es de plumaje mucho más discreto.

Otra curiosidad es que su nombre en gallego, chasca, hace referencia a su inconfundible reclamo.

Ejemplar de gavión atlántico entre dos patiamarillas
Ejemplar de gavión atlántico entre dos patiamarillas Antonio Sandoval

Gavión atlántico

No podían faltar las gaviotas en esta guía de iniciación. Aquí podrás jugar a ver cuántas especies distintas encuentras: patiamarilla, sombría, reídora, cabecinegra o el gavión atlántico serán algunas de las que te podrás encontrar por el área coruñesa.

El último ejemplar propuesto, el gavión atlántico, será uno de los más sencillos de diferenciar por su volumen y su plumaje en blanco y negro en los adultos. Se trata ni más ni menos que de la más grande de todas las gaviotas del planeta. 

Para encontrarlos tendremos que acudir hasta los muelles del puerto o en la ría de O Burgo. Suelen posarse en las rocas altas y despejadas.