Propietario de Musical Fachado en A Coruña: «Tengo familia y quería dejar el negocio en herencia, pero el escenario es malo»

Francisco Brea
Fran Brea A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Antonio Fachado muestra algunos de los acordeones que tiene a la venta en su tienda
Antonio Fachado muestra algunos de los acordeones que tiene a la venta en su tienda Marcos Míguez

El pequeño comercio intenta subsistir y en algunos casos ya se pone el foco en la campaña navideña

09 oct 2020 . Actualizado a las 09:10 h.

Sesenta años en un negocio es, prácticamente, una vida. Mucho esfuerzo y dinero invertido para salir adelante junto a, muchas veces, una familia. Antonio Fachado lleva seis decenios en el mundo de la música y tiene una tienda en A Coruña en la que vende instrumentos. Si el comercio está siendo castigado por la pandemia y la cultura también, unir los dos no augura un buen momento. «La cosa está mal. Los músicos se mueren, las orquestas desaparecen y está afectando mucho. Es horrible», apunta Antonio, quien afirma estar «muy descontento» con la actuación del Gobierno: «Si no hay medidas de ayuda, vamos tirando sobre la marcha».

Recuerda con añoranza sus inicios: «¿Dónde van aquellos tiempos?», se pregunta. Tiene familia, e indica que le gustaría dejar el negocio en herencia, aunque sabe que «el escenario es malo». Y eso que en su tienda alberga verdaderos tesoros y joyas, que «no hay ni en Madrid ni en Barcelona», destaca. También tiene un taller de reparación de acordeones y con él va tirando: «Siempre hay algo para arreglar». Señala que no es una labor sencilla y que hay que ser músico para lograr, por ejemplo, una buena afinación. En su establecimiento hay acordeones que cuestan más de 5.000 euros, aunque ahora, reconoce, no sabe de cuántos dispone: «Llegué a tener 250».

«Si no hay medidas de ayuda, vamos tirando sobre la marcha»

Antes de la pandemia reparaba instrumentos y los enviaba a cualquier punto de España. Ese volumen de trabajo se redujo, pero «aún hace un momento salió uno para Bolivia».

Elisa Gerpe perdió las plantas de exterior al tener que cerrar de un día para otro al decretarse el estado de alarma
Elisa Gerpe perdió las plantas de exterior al tener que cerrar de un día para otro al decretarse el estado de alarma Marcos Míguez

Reinventarse para seguir

En la calle Ángel Senra está la pequeña floristería de Elisa Gerpe. Ella corrobora que el covid-19 hizo mella, pero resalta que «hay que buscarse la vida y adaptarse en vez de solo protestar». Gerpe vio su salvación en crear una tienda en Internet durante el confinamiento, y su iniciativa le permitió seguir con el negocio: «Cuando nos mandaron cerrar de un día para otro hubo pérdidas, principalmente al echarse a perder las plantas de exterior. También, se notó porque en primavera y al inicio del verano es cuando se plantan los jardines, y la gente no se podía desplazar».

Gerpe se decidió por impulsar la tienda online al ver que se acercaba el Día de la Madre, una fecha importante para las floristerías: «Al final tuve que parar de recibir pedidos, porque no dábamos abasto y no había flor».

«Mientras no abrieron los centros comerciales el flujo de gente fue bueno»

A pocos metros está el establecimiento de Alba Balsa, en el que vende artículos de regalo y complementos. En un barrio donde las restricciones se prolongaron más que en otros puntos de la ciudad, explica que está circunstancia «se notó». Aun así, apunta que «mientras no abrieron los centros comerciales el flujo de gente fue bueno. Conforme fue avanzando la situación y se pusieron limitaciones más focalizadas, sí que provocó una caída de las ventas».

Pero Balsa tiene ilusión y ganas de trabajar, más ahora que la Navidad empieza a verse no tan lejana: «Va a ser una campaña diferente y más complicada a nivel interno. Es difícil proyectar la cantidad de mercancía a comprar, porque te puede salir la jugada muy mal. La economía de las familias está para ir aguantando ahora mismo. También es importante que no se generen aglomeraciones, por lo que pensamos en lanzar una campaña de reserva de artículos, que también podemos enviar a domicilio».

Desde su negocio de venta de artículos de películas y series, Ana Capelán comenta que «en Navidad, creo, la gente huirá de grandes superficies y puede que se utilicen los bonos Presco para ir adelantando compras».

Y desde una mercería en el entorno de A Gaiteira, su responsable asegura que «el caso Fuenlabrada afectó bastante. Desde ahí parece que hay miedo a gastar, ya que no se sabe lo que puede venir. La economía está parada porque no se es ingenioso a la hora de buscar soluciones al problema actual».