No hay negros en San Andrés

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

Vítor Mejuto

Observo con cierta angustia el aislamiento de personas que se han instalado en barrios como el Agra, donde su círculo es cada vez más concéntrico

08 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Me gusta esa iniciativa de peatonalizar las calles, me gusta que se invite a pasear los sábados por San Andrés, por la plaza de Vigo, por Compostela. Me gusta pensar en una ciudad humana que se vertebre en quienes la habitan. Que nos reconozcamos en eso que estamos construyendo, una Coruña para los ciudadanos, diversa, plural, acogedora, como la gente que la habita. Por eso me preocupa, en esa teima mía de mezclarnos y vivirnos piel con piel, que el centro siga siendo un eje muy coruñento que no dé cuenta de una realidad que se palpa en otras zonas.

Coruña siempre ha presumido, o al menos yo lo he hecho, de no establecer muros por barriadas, por clases sociales, como sucede en otras zonas del sur de España. Donde hay límites que no se traspasan. Somos hijos todos de Monte Alto, de Labañou, del Agra, de Elviña, de Os Castros, de San Amaro, de A Gaiteira, y todos hemos ido conquistando el centro con el vaivén de las compras, las juergas nocturnas, el aperitivo y los paseos del domingo. Sin embargo, observo con cierta angustia el aislamiento de personas que se han instalado en barrios como el Agra, donde su círculo es cada vez más concéntrico. No seré yo quien le diga a nadie por dónde tiene que pasear, pero tal vez habría que reflexionar sobre las políticas sociales para dinamizar esas calles e invitar, de ese modo tan hospitalario del que tanto presumimos, a que los inmigrantes que ahora llegan de Senegal o la República Dominicana, como antes lo hacían de Irixoa, Melide, Muxía o Abegondo, se sientan en casa. Que no haya barrios en donde los coles son para niños negros, porque no hemos sido capaces de entender un proceso que nos hace mejores a todos. A mí me gustaría que el centro y cada uno de nuestros barrios fuera como somos en el 2021: tan diferentes como iguales.