Así están los planes generales en los ayuntamientos del área de A Coruña

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

Tan solo seis de los 21 ayuntamientos del área coruñesa carecen del documento de planificación urbanística. «A xente agora quere vir vivir ao campo e ter un plan xeral aprobado atrae a novos veciños»

15 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

De los grandes ayuntamientos que conforman el anillo urbano más inmediato de A Coruña, tan solo cuatro municipios disponen de Plan General de Ordenación Municipal: A Coruña, Oleiros, Culleredo y Sada. Oleiros fue uno de los primeros municipios de Galicia en tener planeamiento. De hecho, tras los dos iniciales de 1983 y de 1995, aprobó la última actualización en el 2009 con la previsión de construir más de 10.000 viviendas en su período de vigencia. A Coruña dispone del documento desde el año 2013. Por su parte, Y, en el caso de Sada, lo estrenaron en el 2017, a la espera ahora de que se realice el plan especial del puerto en coordinación con la Xunta.

Culleredo tiene PGOM desde 1987. En el 2013 se aprobó de forma inicial un nuevo documento y, en el 2016, el Concello logró 70 informes favorables de 50 Administraciones, superando así los problemas surgidos en anteriores intentos. El caso de este municipio es especialmente delicada por la gran cantidad de afecciones que tiene, entre las que se encuentra el aeropuerto, una de las principales. En el 2018 se formuló la propuesta para su aprobación provisional y los técnicos municipales emitieron posteriormente sus informes con discrepancias. Ahora están en revisión. El nuevo PGOM contempla la posibilidad de construir 7.399 nuevas viviendas, aunque estos datos están todavía en fase de revisión. El modelo que se persigue, según el gobierno local es que el nuevo PGOM es el de consolidar las mallas urbanas actuales para evitar la dispersión. Así, el 53 % de las nuevas viviendas se programan en suelo urbano.

Actualmente el Concello de Arteixo elabora los pliegos de contratación para licitar el servicio de elaboración de un nuevo plan urbanístico, que saldrá a licitación por un precio de entre 600.000 y 700.000 euros. Los responsables municipales recuerdan que este trámite se hace tras la quiebra de la empresa Arnaiz. «Hay trabajos realizados como una cartografía nueva del concello y otros documentos técnicos que se podrán aprovechar. Actualmente Arteixo no tiene ningún tipo de presión urbanística para crecer de manera poco sostenible, ya que con las normas urbanísticas actuales, que datan de 1995, se pueden construir cerca de tres mil pisos en los núcleos urbanos de Arteixo, Vilarrodís, Pastoriza y Meicende, y cerca de mil viviendas unifamiliares en los núcleos rurales de todo el concello», explican. En todo caso, los responsables municipales creen que no es necesario «ningún tipo de gran expansión urbana fuera de los núcleos urbanos en los que actualmente ya se puede construir», y tampoco se considera necesario ocupar nuevas zonas rústicas o de costa alejadas de los núcleos rurales y costeros tradicionales y ya asentados. Esas, en concreto, son dos de los ejes que centran el nuevo documento urbanístico.

Corrección en los Ayuntamientos de Curtis y Vilasantar
Corrección en los Ayuntamientos de Curtis y Vilasantar

Cambre lleva a vueltas con la redacción de su PGOM durante más de una década, por lo que sigue aplicando las normas subsidiarias de 1994. El gobierno local adjudicó en agosto del 2018 la redacción del documento urbanístico a la empresa Oficina de Planeamiento S.L. por importe de 387.200 euros más IVA. Se trata del segundo intento ya que hubo una primera adjudicación en el 2010 a la UTE formada por las empresas Arnáiz (que entró en concurso de acreedores) e Idom (que se vio incapaz de asumir todo el trabajo pendiente). Por los reiterados incumplimientos y la presentación de documentación defectuosa se les rescindió el contrato en el 2017. En este momento la empresa adjudicataria trabaja en el documento para la aprobación inicial, un proceso que podría durar ocho meses, y en la actualización de la cartografía. La propuesta prevé que durante 30 años se construyan 156 viviendas nuevas anuales hasta alcanzar las 4.703 que se plantean para adaptar el municipio al crecimiento estimado. Los principales ejes del plan son potenciar el patrimonio verde y fluvial del municipio, preservar los bosques y convertir Cambre pieza fundamental del área metropolitana.

Betanzos se rige por unas normas subsidiarias de 1996, después de haber sacado a licitación tres veces la redacción del proyecto urbanístico (se rescindió en el 2011 y en el 2016). El último intento fue en el 2018, con la empresa Oficina de Planeamento S.A. La previsión es llevar a pleno el documento de inicio en el primer semestre del 2021. En total, Betanzos prevé un tope de 3.279 nuevas viviendas en el período de vigencia del plan (16 años).

Abegondo dispone desde marzo del 2019 de una ordenación provisional, instrumento que ofrece la legislación para los municipios con planeamiento anulado judicialmente, algo que ocurrió en el 2017 tras una denuncia en base al crecimiento excesivo. La Xunta acaba de formular el documento de alcance ambiental y el equipo redactor trabaja en la propuesta para llevar a pleno la aprobación inicial. Después, el documento se someterá a información pública durante dos meses, a la vez que se recaban los informes preceptivos. La propuesta fija un máximo de 1.383 viviendas a construir frente a las 3.382 ya existentes. En núcleo rural se incluyen 1.120. Se califica el 90,51 % del territorio como suelo rústico, frente al 8,25 % de núcleo rural, el 0,66 % de suelo urbano y el 0,58 % en urbanizable. A nivel de desarrollo económico, prevé una zona terciaria-comercial en la AC-542 entre San Tirso y San Marcos, y el polígono ecoagrario en Beldoña.

Bergondo funciona con normas subsidiarias desde 1992. En 2010 se contrató la redacción del PGOM, pero el pleno rechazó la aprobación inicial en el 2010. Volvió a adjudicar otro contrato en el 2013 a la UTE formada por las empresas Jornet Llop Pastor SLP, María Ríos Carballeira, Gabriel Jubete i Andreu. Las directrices son huir de grandes urbanizaciones, promoviendo un crecimiento sostenible completando las tramas y los núcleos rurales existentes, donde se prevé la construcción de 2.300 viviendas nuevas. En suelo urbano, se incluyen 500 nuevas, un 30 % más de las actuales. Se propone además un gran corredor verde que conecte Gandarío, San Isidro, A Senra y el pazo de Mariñán.