Un hostelero de A Coruña: «Por fin ya no hay que decirle a los clientes que no pueden usar la barra»

Francisco Brea
F. Brea LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

César Quian

En los bares de los barrios de la ciudad que este jueves amanecen sin restricciones se volvieron a ver cafés en las barras a primera hora

01 oct 2020 . Actualizado a las 23:26 h.

Las barras vuelven a ser la referencia de los bares de los barrios de A Coruña que hasta este jueves permanecían con restricciones. «La gente sí que la echaba de menos», aseguraba a primera hora de este jueves Nely García en su local ubicado frente a la estación de tren. Eso sí, «ayer trabajé muy bien pero hoy, por ahora, todo lo contrario. Hay días buenos y otros malos», afirmaba. En la barra de su local, un hombre se tomaba un café y leía La Voz de Galicia, una imagen muy típica que en establecimientos como el de Nely hacía más de mes y medio que no se veía.

Lito Toirán celebra que en su local pueda servir a sus clientes en la barra
Lito Toirán celebra que en su local pueda servir a sus clientes en la barra César Quian

A unos metros, Lito Toirán celebraba el fin de las limitaciones: «Estoy contentísimo, no era sin tiempo. Este mes se hizo muy largo y ya hacía falta». Reconoce que la barra le da «otra alegría al local», y también que «por fin no hay que decirle a los clientes que no se puede usar». Apunta que algunos le tienen dicho que no les gustaba sentarse en una mesa para tomar un café y preguntaban por qué no se podía utilizar, ya que en otras zonas de la ciudad sí que era posible. Además, ahora que regresó el fútbol televisado, la barra es el lugar preferido «para conversar y comentar la jugada».

Una hostelera de la calle Ángel Senra retira la cinta que indicaba que la barra no se podía utilizar
Una hostelera de la calle Ángel Senra retira la cinta que indicaba que la barra no se podía utilizar Marcos Míguez

En el entorno de la calle Ángel Senra Óscar González comentaba que estaban deseando entrar en la nueva normalidad: «Muchos de los que venían a tomar un café rápido dejaron de venir». Aún así, teniendo en cuenta la distancia de seguridad, en una barra como la de su local «antes podían estar unas 12 personas y ahora cinco o seis».