El covid obliga a cerrar dos aulas del Ramón de la Sagra, una del Fernández Latorre y otra del Rosalía de Castro

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

César Quian

Los centros siguen abiertos, excepto para los 3 alumnos y la profesora que dieron positivo. El resto de escolares deberán guardar cuarentena en sus casas

10 oct 2020 . Actualizado a las 17:18 h.

El covid llegó a las aulas coruñesas. Nadie lo quería, pero todos se temían que era cuestión de tiempo. Y fue al cuarto día del inicio del curso en los ciclos de infantil y primaria cuando se registraron tres casos positivos en dos colegios coruñeses. En el CEIP Ramón de la Sagra y en el Fernández Latorre. Dos niñas y un niño que se encuentran relativamente bien en sus hogares, en seguimiento constante. A primera hora de este jueves se confirmó un positivo más, el de una profesora de primero de primaria en el CEIP Rosalía de Castro de la Sagrada Familia.

Todos los afectados tendrán que pasar una cuarentena de 14 días según ordena Sanidade junto al resto de compañeros con los que compartían las aulas. También sus profesores tendrán que permanecer en sus respectivos domicilios. Conforme pasen los días, los equipos de rastreo harán su trabajo y los afectados serán sometidos a varias PCR. El resto del alumnado de ambos colegios continuarán hoy las clases con normalidad.

Los dos primeros casos en detectarse en A Coruña fueron en el CEIP Ramón de la Sagra. Minutos antes de las 7 de la mañana de este miércoles, la dirección del colegio, ubicado en la ronda de Camilo José Cela -entre Monelos y Elviña-, conocía que dos de sus alumnas, hermanas, una de infantil y la otra de primaria, habían dado positivo por covid. Las pequeñas acudieron la semana pasada al colegio, pero esta ya no se presentaron. Sus padres notaron que sus hijas tenían síntomas y, siguiendo el protocolo, ya no las enviaron a clase. Llamaron a los servicios sanitarios, les hicieron el test y se comprobó que habían sido contagiadas.

De inmediato, los resultados se notificaron al centro. A tiempo para iniciar el protocolo. A la hora de entrar, responsables del colegio se pusieron en la puerta y fueron avisando a los padres de los compañeros de los afectados para que regresaran con los pequeños a sus casas para guardar la cuarentena y se pusieran de inmediato en contacto con los servicios médicos.

Al mismo tiempo, se cerraron las dos aulas de infantil y primaria a la que habían acudido los niños contagiados la semana pasada y se llamó al Ayuntamiento para que procedieran a la desinfección de las instalaciones del centro. No solo las clases, sino las zonas comunes en las que pudieron haber estado los hermanos. Los trabajos se realizaron este miércoles por la tarde.

La dirección se limitó a afirmar que siguieron el protocolo establecido y el centro retomará la actividad. De hecho, ya hubo clases con normalidad; si bien al mediodía, cuando terminó la jornada escolar, los padres no hablaban de otra cosa. «Esto ya se lo imaginaba uno. Era cuestión de tiempo. Y no es por la falta de medidas en los colegios, que según pudimos comprobar, en este centro sí las hay, sino por cuestión de suerte. Te tocó y te fastidias», decía Paloma Huertas, madre de una alumna de primaria. Elena Gómez, cuya hija está en infantil, reconoce que estos positivos «nos infunden miedo, pero no podemos volvernos locos. Hay que serenarse y mañana -por hoy- volver a traer al niño al cole». También acudió la Policía Local, que estuvo unos minutos frente a la puerta de entrada. 

Doce niños en cuarentena

Ya por la tarde se supo de otro positivo en otro colegio, en el CEIP Fernández Latorre, en Casanova de Eirís. Se trata de un alumno de infantil que compartía aula con 12 pequeños. De inmediato, su director, Pablo Rey, puso en marcha el protocolo de actuación y cerró a cal y canto la clase en la que estudiaban a la espera de que hoy una empresa especializada proceda a la desinfección.

A los padres de los compañeros del niño contagiado se les informó de que tenían que guardar cuarentena. Lo mismo con el tutor del curso. «El resto de los 23 grupos y profesorado continuamos con normalidad», afirmó el director, Pablo Rey.

A primera hora de este jueves se confirmó el positivo de una profesora de primara en el CEIP Rosalía de Castro, ubicado en el barrio de la Sagrada Familia. En la clase afectada conviven una veintena de niños y según algunos padres, no se cumplía con la distancia de seguridad ya que incluso los menores estarían sentados por parejas en los pupitres. Tras el conocimiento del positivo, desde el centro se envió un mensaje a los padres de los afectados en el que se les explicaba que los alumnos de esa clase debería permanecer en cuarentena y que en los próximos días recibirían una llamada del Servicio de Vixiancia Epidemiolóxica del Sergas para explicarles qué deberán hacer. Desde el Ayuntamiento explican que se procederá a la desfinfección del aula en el centro a lo largo de esta mañana

Inés Rey teme que habrá más casos y pidió a los padres que «no caigan en la alarma»

La alcaldesa, Inés Rey, reconoció que es «evidente que seguirán produciéndose contagios», pero también advirtió de que los centros educativos «no tienen que ser lugares más peligrosos que otros para contagiarse». Además, sostiene que los colegios están «preparados» y pidió que no exista «alarma» entre los padres.

«Se van a producir contagios, pero esperemos que los menos posibles», recalcó, añadiendo que la población «está preparada y concienciada».

«Se van a producir contagios, pero esperemos que los menos posibles»

Por otra parte, la regidora se mostró molesta por la actitud de la Xunta ante los trabajos de desinfección. Dice que este tipo de actuaciones «deben ser financiadas» por el Gobierno autonómico y que no son de su «competencia, aunque «dada la urgencia del caso se procederá a la desinfección de los colegios afectados con casos de covid-19 en la ciudad.

Por su parte, la Marea pide al Concello que habilite ayudas y medidas de conciliación para las familias en cuarentena tras los brotes en los colegios.

Desde la federación de ANPA se llama a la «tranquilidad de los padres y a la responsabilidad de Xunta y centros para cumplir las normas».