«A Coruña tuvo el monopolio del comercio de especias en Europa; otra ciudad con menos habría montado un museo»

Montse Carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

La profesora de Historia Moderna de la USC María del Carmen Saavedra rescata el extraordinario marco que rodeó las Cortes de Castilla convocadas por Carlos I en la ciudad hace 500 años

17 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Duró poco y el final vino de Portugal, que había descubierto las islas Molucas ocho años antes y se hizo con la soberanía que le disputaba Castilla, pero durante unos años A Coruña tuvo el privilegio «verdaderamente extraordinario» de abrir una Casa de la Contratación para la Especiaría -como solo Sevilla y Cádiz tendrían-, con la que «pudo controlar en monopolio el comercio de especias en Europa». Lo contó ayer María del Carmen Saavedra, profesora de Historia Moderna de la Universidade de Santiago, en la conferencia A Coruña y Carlos I: el sueño de un Imperio organizada en la Fundación Barrié por la Orden de Caballeros de María Pita para celebrar los 500 años de la reunión de las Cortes de Castilla en la ciudad.

-¿Qué hacía aquí Carlos I?

-Carlos I acababa de ser nombrado emperador de Alemania y estaba en Barcelona para ser jurado y reunir fondos con los que hacer frente a los gastos de la coronación. Necesitaba el dinero de Castilla y para ello tenía que convocar cortes, pero había un movimiento insurreccional que más tarde dará lugar a la revuelta de los comuneros, así que para evitar las ciudades especialmente molestas con su política elige un lugar alejado que piensa que podrá manejar y convoca en Galicia, que además no tenía representación.

-¿Cómo era A Coruña?

-Pequeña. Los primeros vecindarios fiables hablan de 900 vecinos fiscales, cabezas de casa, 40 años después. Cuando llega Carlos, en 1520, podría tener 500 vecinos y entre 2.000 y 2.500 personas, pescadores en su mayoría y en menor medida artesanos, textiles, del calzado y la madera. El sector burocrático estaba poco desarrollado. Hasta la creación de la Real Audiencia de Galicia en 1579 el sector terciario no crecerá.

-El rey se aloja en el convento de San Francisco y el 19 de mayo embarca hacia Alemania. ¿Qué saben de aquellos días?

-Las Cortes se inician en Santiago, entonces la ciudad gallega más importante, al menos en términos simbólicos (el arzobispo era el principal señor de Galicia); hay un interludio de dos semanas y entre el 22 y el 25 de abril se cierran en A Coruña. Realmente desde el 4 de abril el rey se instala en San Francisco y aprovecha el tiempo para convencer a los diputados resistentes a pagar el subsidio. Llegó con su séquito, vinieron los 36 procuradores (dos por cada ciudad), hubo que montar una armada para el viaje...

-La intrahistoria no se conoce.

-No tenemos documentación tan precisa; además estas cortes tuvieron tanta carga política y el debate fue de tal calibre que los cronistas se centraron en eso. Fray Prudencio de Sandoval dedica mucho esfuerzo a explicar la postura de los procuradores y aún siendo cronista real no dice nada de la estancia. Fueron unas cortes peleadas.

-El rey tenía 20 años. ¿De dónde venía el descontento?

-Era de una dinastía extranjera (Carlos I sentó las bases del Imperio de los Austria) y no estaba preparado. Fue rey por la incapacidad de su madre, Juana la Loca, y la muerte de su padre, Felipe el Hermoso. Quienes gobernaban eran sus consejeros flamencos, a los que concedía prebendas y riquezas. Había descontento en la nobleza. Él se marcha a Alemania tres años. Y todo esto genera un malestar que acaba en la insurrección armada de los comuneros.

-¿Qué significó la visita para A Coruña?

-Nada menos que el súper privilegio de una Casa de Contratación para la Especiería, un sistema monopolístico que le daba a la ciudad el control del comercio de especias para Europa. Fue una experiencia efímera, pero verdaderamente extraordinaria. No conocemos nuestra historia. Cualquier otra ciudad con mucho menos habría montado un museo.