Inés Rey rearma su gobierno con Mónica Martínez

David García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Apuesta por el «compromiso coa cidade» de la ex de Ciudadanos y modifica varias áreas

01 sep 2020 . Actualizado a las 22:30 h.

El gobierno local de A Coruña afronta su primer obstáculo de envergadura a nivel interno 14 meses después de comenzar el mandato. La alcaldesa, Inés Rey, dio a conocer ayer la reestructuración de su equipo de trabajo con la principal novedad de la incorporación de la exportavoz de Ciudadanos, Mónica Martínez, al frente de la Concejalía de Deportes, aunque seguirá formando parte del Grupo mixto. Además, habrá modificaciones de competencias que afectarán a cuatro concejales, incluida la propia regidora.

El movimiento para sumar a Martínez se produce tres meses después de que la concejala oficializase su salida de Ciudadanos alegando que quería recuperar la «independencia política». Este paso lo dio motivada por las injerencias desde la sede central de la formación naranja en Madrid, en muchas ocasiones instándole a seguir líneas contrarias a lo que ella consideraba como positivo para la ciudad.

Así, a principios de junio oficializó su salida de Ciudadanos y explicó que mantendría su acta como concejala en María Pita desde el Grupo mixto, en el que también continuará ahora.

Después de que se concretase su marcha de Ciudadanos, se abrió entre el PSOE y el PP una especie de competencia en los pasillos del ayuntamiento por asegurarse el apoyo de Martínez, que con su unión al grupo de gobierno decanta la balanza en favor de los socialistas en lo que se refiere a apoyos en el pleno, 10 por 9 de los populares. El PP también intentó realizar un acercamiento a esta concejala, que entró en la corporación municipal tras las elecciones del año pasado como única representante de Ciudadanos, y que en caso de haber fructificado, les habría dado mayor representatividad en el salón de plenos que al PSOE.

Sin embargo, el interés del gobierno local por el voto y la contribución de Mónica Martínez a la gestión municipal se remonta a bastante más atrás, mientras que su salida de Ciudadanos allanó el camino.

Desde el inicio de mandato la sintonía entre el gobierno local y la ex de Ciudadanos es evidente, con voluntad de diálogo mutua y mostrando predisposición a llegar a acuerdos, como sucedió en las negociaciones del presupuesto de este año incluso cuando la relación entre ambas formaciones a nivel nacional no atravesaba su mejor momento.

Además, Mónica Martínez fue nombrada a comienzos del mandato presidenta de la Comisión de la Ciudad de las TIC, previsto como uno de los proyectos de mayor envergadura de esta legislatura, otra muestra de la buena relación entre ambos bandos. Una sintonía que también era evidente en el alto entendimiento entre la exconcejala de Ciudadanos e Inés Rey, algo que se fue extendiendo con el paso de los meses también al portavoz municipal, José Manuel Lage Tuñas, que en varios plenos reconoció el talante constructivo de Martínez, cuyo paso al equipo de gobierno abre un panorama nuevo en el inicio de un curso político en el que su incorporación no dotará al gobierno local de mayoría absoluta, por lo que necesitará seguir recabando apoyos, como mínimo puntuales, del BNG y la Marea, con quienes había firmado acuerdos de mandato.

La reestructuración del gobierno local también incluye que Inés Rey se ponga al frente de Cultura (hasta ahora de Jesús Celemín), lo que incluye el IMCE, mientras que dejará Seguridad Ciudadana y Barrios. La primera de estas áreas será para Juan Ignacio Borrego, igual que Turismo, que ya la había asumido temporalmente. Diana Cabanas, ya reincorporada tras una baja, mantendrá Comercios y Mercados y dirigirá Barrios.

La alcaldesa justifica los cambios por los nuevos retos y la oposición carga con dureza

La alcaldesa, Inés Rey, señaló a los nuevos retos provocados por la pandemia como el motivo principal para la reestructuración del gobierno local, un equipo que «non era unha foto fixa» y que transcurridos 14 meses era el momento apropiado para afrontar el nuevo curso político. La regidora indicó que Mónica Martínez «desde o principio demostrou compromiso coa cidade, vontade de diálogo e interese por sumar». La ex de Ciudadanos indicó que se trata de un «apasionante reto» y que asumirá un área «moi ligada» a su trayectoria profesional.

Ni las modificaciones ni las explicaciones convencieron a la oposición, que cargó con dureza contra el gobierno local. «La revolución, no cambios menores, es el reconocimiento por parte de la propia alcaldesa del fracaso de la gestión de su primer año y la constatación de que se ha perdido un tercio del mandato», indicaron desde el PP. Mientras, la Marea denunció que el PSOE intenta «tapar a incapacidade do seu goberno municipal» con un cambio que supone romper «o Pacto Antitransfuguismo de 2006 e a xurisprudencia ao respecto». Por su parte, el BNG señaló que «esta crise pon en evidencia as feblezas do executivo local e a ausencia dun proxecto de cidade definido», además de lamentar que Inés Rey no tratase posibles cambios con las fuerzas que posibilitaron su investidura.