Carlos Álvarez: «No entiendo por qué he venido en un avión lleno pero tengo que cantar en un teatro vacío»

Fernando Molezún A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Carlos Álvarez lamenta el poco apoyo que recibe el sector cultural por parte de las administraciones
Carlos Álvarez lamenta el poco apoyo que recibe el sector cultural por parte de las administraciones PAULA QUIROGA

Las últimas medidas dictadas por la Xunta hace que el aforo en los espectáculos de la Programación Lírica se reduzca a sesenta personas

02 sep 2020 . Actualizado a las 19:00 h.

Este jueves, a las 20.00 horas, arranca en el Teatro Colón la Programación Lírica con Grandes voces para grandes óperas, un recorrido a través de algunas de las más célebres páginas de la historia de la ópera (como Tosca, Aida o Andrea Chènier) junto a una selección de piezas de autores gallegos. Un concierto que «reúne lo mejor de cada casa, todo junto, en un paquete que incluye diversidad de cantantes con un aliciente fantástico, y es que todos los que nos subimos al escenario somos amigos», según lo define el barítono Carlos Álvarez.

Eso sí, tan solo sesenta afortunados podrán disfrutarlo en vivo en el Colón, según las últimas medidas dictadas por la Xunta para atajar la expansión del covid. Algo que no ha caído demasiado bien entre los cantantes y músicos que participan en la Programación Lírica. «Es incomprensible que unos sectores económicos de este país puedan tener vía libre para ejercer su actividad mientras al mundo de la cultura, que está dando la cara, aportando seguridad, seriedad y rigor en sus representaciones, se le mantenga castigado.Intentamos hacerlo lo mejor posible por nuestra parte, pero no encontramos la mejor respuesta por parte de las administraciones», lamenta Carlos Álvarez, que esta tarde interpretará a Verdi ante un patio de butacas casi vacío.

El barítono afirma no entender los motivos que llevan a poner límites a un sector que, durante el confinamiento, se mostró como uno de los pilares a los que se agarró toda la población para no naufragar: «Si se nos tratara como un bien esencial, que es lo que realmente es la cultura, la actitud tendría que ser radicalmente distinta. Pero nunca se nos ha visto como parte fundamental de la economía y de la sociedad. No sentimos que exista el respaldo que merece este sector», cuenta el cantante, que se queja de la incertidumbre en la que están moviéndose a la hora de organizar un recital: «Ni siquiera tenemos la sensación de que haya seguridad, porque cumpliendo estrictamente las normas del juego nos las pueden cambiar en el último momento, como ha pasado en esta ocasión», dice refiriéndose al concierto de esta tarde en el Colón.

Álvarez defiende la pulcritud con la que se están celebrando estos eventos: «Creo que está sobradamente demostrado que si hay algún sitio en el que la gente tiene una actitud realmente consciente de lo seria que es la situación y de cómo deben mantenerse las normas de seguridad, es dentro de un teatro. La actitud es siempre muy respetuosa, se mantiene escrupulosamente la distancia de seguridad, se utiliza en todo momento la mascarillla... De hecho, acabo de llegar en avión a A Coruña y el vuelo venía totalmente lleno y duraba más de una hora. No logro entender por qué puedo venir en un avión lleno pero tengo que cantar en un teatro vacío», comentaba en la tarde de ayer, en la que invitaba a mirar el problema desde diferentes prismas para dar un fiel reflejo de su dimensión: «No es algo que afecte solo a los artistas. Debería hacerse una reflexión sobre cuáles son las consecuencias de estas medidas no solo para los profesionales, sino también para el público, que muchos se ven afectados por esta situación».