María Pita, una plaza que necesita un lavado de cara

Emiliano Mouzo A CORUÑA /LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Vecinos y turistas lamentan que uno de los puntos más visitados esté en mal estado y el Concello trabaja para corregir los defectos

31 ago 2020 . Actualizado a las 08:50 h.

En 1877 se derrumbó parte de la muralla de la ciudad para habilitar el paso desde la Ciudad Vieja a La Pescadería. Fue entonces cuando el arquitecto Juan de Ciórraga proyectó la plaza de María Pita, el salón principal de A Coruña. Este recinto, que acoge el palacio municipal, sufrió varias transformaciones. En 1936 fue pavimentado y en la década de los cincuenta, durante el mandato de Alfonso Molina, fue asfaltado. En los años sesenta incluso se permitió estacionar en la plaza, reglamento que quedó derogado en 1987 para construir el aparcamiento subterráneo y el túnel. María Pita se peatonalizó.

Pero a pesar de los cambios y reformas sufridas, desde sus orígenes es la zona más visitada de la ciudad. Porque los turistas acuden a esta plaza de 10.000 metros cuadrados no solo a admirar su bella arquitectónica, sino también porque es un sitio ideal para tomar y picar algo.

Sin embargo, esta especie de ciudadela no está pasando por sus mejores momentos en cuanto a mantenimiento. Vecinos y turistas se quejan de su estado e, incluso, de la falta de algunos de sus ornamentos y aderezos «publicados en las importantes guías de turismo», indicó Michale Gíssas, un viajero noruego, refiriéndose a que el pebetero a los pies de la estatua de la heroína. «Lleva apagado no se sabe cuánto tiempo», espetó Raúl Sanjurjo, un vecino.

Pero para parte del vecindario se queja de que las deficiencias en la plaza de María Pita van más allá de los elementos estéticos y artísticos. Denuncian sobre todo la suciedad del área. Afirman que el enlosado y el adoquinado «está en un estado deplorable, irregular y levantado en algunas áreas, que lo convierte en un pavimento inseguro y peligroso», explicó María Solís, otra vecina. Y lo mismo opinan sobre el estado de las rejillas y tapas de registro. 

El mobiliario

Tampoco entienden como no se corrige el lamentable estado de los bancos: «Una mitad están podridos y la otra sin pintura». Dicen que en la proximidad se San Jorge «hasta falta uno», y el asiento de hormigón que rodea la estatua de María Pita «está roto por varias partes», y hasta los paneles prefabricados que le dan forma «están despegados».

Parte del vecindario también lamenta el apagado de la iluminación, tanto las luminarias artísticas y decorativas del palacio municipal, de la base de la estatua de la heroína, como de las farolas «que guía en la oscuridad a los peatones», dijo San Luis, un residente. Tampoco aprueban que dos edificios estén cubiertos por redes y andamios «desde hace varios meses», subrayaron.

En el Ayuntamiento son conscientes de estas deficiencias, «pero se va a intervenir de inmediato sobre ellas», señalaron. De hecho, está previsto que se ponga en marcha el plan de choque contra la suciedad. También se desarrollará un proyecto de mejora del firme de la plaza, que incluye un ascensor directo «para cumplir con la accesibilidad», destacaron en el Concello. Desde María Pita anuncian que se cambiarán las luminarias y que ya se encargaron bancos «para sustituirlos por los que están rotos».