Visita a las termas

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón A LA CAÍDA

A CORUÑA CIUDAD

22 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Unos amigos de A Coruña vinieron a visitarme este fin de semana. Llegaron antes de que yo saliera de trabajar y, para hacer tiempo, decidieron cumplir con el tópico ourensano: visitar las termas. Y allá que fueron. No tuvieron la precaución de preguntarme antes y se encontraron con que está prohibido utilizar las pozas públicas. A pesar de todo, pasaron un rato allí descansando y pudieron comprobar cómo había quienes se saltaban las advertencias.

La imagen que se llevarán de uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad no es demasiado positiva, claro. El gobierno municipal dice estar pendiente de autorizaciones y protocolos del Estado y de la Xunta para permitir con todas las garantías el uso de las termas. Sin embargo, la espera está siendo demasiado larga. Mientras las Administraciones se esfuerzan en vender que Ourense es un destino seguro para el turismo, tenemos las termas cerradas (eso sí, solo las gratuitas).

Con todas las restricciones que ya existen, esta situación no ayuda al sector turístico. Lo cierto es que el Gobierno central desaconseja el baño en aguas estancadas o pozas, pero la piscina termal de As Burgas quizás podría salvarse. Esas instalaciones cuentan con un sistema de cloración que antes de la pandemia nunca llegó a utilizarse porque la calidad del agua lo hacía innecesario. Si se activa ahora, no sería muy diferente a una piscina convencional, igual que las muchas que tienen abiertas decenas de municipios ourensanos, incluido el de la capital, que sí permite el baño en Oira.