Bocadillos de caldeirada de raya en la Galera

Maruja campoviejo

A CORUÑA CIUDAD

PAULA QUIROGA

El cocinero Nacho Moreira ha abierto esta semana en el cruce de las calles Torreiro y Galera La Esquina de Valentina, un restaurante para comer con las manos

15 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La hostelería no está viviendo su mejor momento, con todas las restricciones que tienen que soportar por el coronavirus. Pero aun así hay valientes que están echando a andar sus negocios, como Nacho Moreira, un joven cocinero que a pesar de tener solo 25 años cuenta con un dilatado currículo que le ha llevado a trabajar en Londres, Menorca o Madrid con grandes figuras de la restauración como Daviz Muñoz, Dani García o Javier Estévez. La aventura empresarial y gastronómica que ha puesto en marcha esta misma semana en A Coruña se llama La Esquina de Valentina y está en el cruce de las calles Torreiro y Galera, en el epicentro de la hostelería local. Si les digo que se trata de un local de comida rápida se harán una idea equivocada de lo que se trae este cocinero entre manos. «Tenemos una barra pequeña y unas mesitas y se puede ver la cocina. Y la idea fundamental es que se come con las manos, aunque también te damos cubiertos si quieres. Nos apoyamos para eso mucho en el pan, pero no nos queremos encasillar como bocatería», insiste Moreira. Pongamos un ejemplo de esta fast good, que no fast food: «Tenemos un bocata de caldeirada de raya, y el pan lo hacemos nosotros, con un caldo de algas. Está inspirado en esa última rebanada de pan con la que rebañas la salsa del plato cuando haces caldeirada en casa. Tenemos también otro de carrillera al vino tinto, con pan hecho con vino y unos buñuelos de arroz de bogavante que están gustando mucho», explica el cocinero, al que le viene de familia lo de los fogones: «Mi abuela era cocinera, y cada vez que íbamos a comer a su casa era algo increíble. Pero también mi padre fue siempre de organizar comidas enormes los domingos, cocinando él. Y eso lo heredé. Con 16 años invitaba a amigos a casa y preparaba yo algo en vez de pedir unas pizzas».