Un estudio concluye que la terapia con perros en el Materno ayuda a los niños con autismo

Manuel de la Chica A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Los 19 pequeños de 2 a 6 años que participaron en el primer año del plan mejoraron sus destrezas sociales y de comunicación

11 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que en febrero de 2016 se puso en marcha el proyecto de terapia con perros para niños con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) en el Hospital Teresa Herrera, más de 20 de niños han mejorado sus destrezas sociales y de comunicación. Ahora, un estudio publicado en la revista científica Health and Social Care in the Community lo confirma.

Adriana Ávila Álvarez, una de los seis investigadores del proyecto, destaca que es un «estudio innovador» y que «los datos se han recogido minuciosamente». La investigación trata de averiguar si una terapia con perros antes de una consulta puede influir de forma positiva en los comportamientos del paciente.

«Siempre decimos que los animales son beneficiosos, pero había que evaluar científicamente esa interacción», afirma Ávila. En este estudio se han publicado los resultados correspondientes al primer año de investigación, en el que participaron 19 niños con una edad media de 4 años.

«Estamos viendo que el contacto con el perro logra mejorías significativas en los niños», cuenta Ávila. Los principales beneficios se registraron en las destrezas relacionadas con el uso que los pequeños, de entre 2 y 6 años y diagnosticados con TEA, hacen de su cuerpo en la interacción social (dirigir y mover el cuerpo en relación a otras personas y establecer o aceptar contacto físico). También se observaron mejoras importantes en destrezas como mirar a los ojos, hablar al terapeuta con una mayor frecuencia, cumplir normas sociales básicas y expresar emociones positivas.

Además, asegura la investigadora, estas destrezas continúan fuera del entorno del hospital: «Algunos padres también nos indicaban que los niños siguen buscando la relación con el perro en la calle o cuando van a comprar, y eso ya nos permite ver que están encaminándose en unas destrezas de interacción social».

Ampliación de los análisis

Para Adriana Ávila, la mejoría en los niños es «muy alentadora». El estudio hace referencia a los 19 primeros participantes en la terapia, que formaron parte del programa en 2016, pero en los últimos años la investigación ha seguido expandiéndose a otro perfil, entre los que también se incluyeron niños con retraso psicomotor de diverso diagnóstico.

El análisis ha sido realizado con la colaboración de las fundaciones María José Jove, Profesor Novoa Santo y la UDC.