Se encadena para exigir la entrega de los pisos del Ofimático: «Me veo entre la espada y la pared»
A CORUÑA CIUDAD
Asegura que las continuas prórrogas en la fecha de entrega le están suponiendo un enorme gasto en alquileres
07 jul 2020 . Actualizado a las 13:50 h.«Nuestro edificio lleva un año terminado, pero todavía no nos lo han entregado», así puede resumirse el drama de Hache, que esta mañana se ha encadenado a la pasarela peatonal de Alfonso Molina en A Coruña para protestar por la demora en la entrega de los pisos. Según cuenta este afectado, su protesta busca que «agilicen la entrega», ya que a finales de este mes tendrá que abandonar el apartamento en el que reside para hacer «la segunda mudanza provocada por este tema».
«Me veo entre la espada y la pared», cuenta Hache. «Tendré que seguir pagando alquileres mientras espero por el piso y llevamos con esta espera más de un año». Además, Hache explica que «desde la cooperativa no nos dicen nada y, o hacemos ruido ahora o seguro que no hay novedades hasta septiembre, porque en agosto se suelen parar todas estas cosas». «Sé que hay mucha gente que está en la misma situación que yo», denuncia.
Este afectado cuenta que está teniendo que enfrentarse a muchos otros problemas por la demora en la entrega de los apartamentos. Por ejemplo, el alquiler de otros espacios donde vivir y la duración de esos contratos, porque no sabe si su caso se resolverá en un mes, dos o más. Además, ha tenido que alquilar bajos y locales para dejar los muebles. «Al final es dinero, dinero y dinero y llega un momento en el que nos enfadamos y no podemos más».
A la protesta ha venido él solo porque, aunque mandó un correo a su cooperativa para que lo difundiese entre los cooperativistas, «no quisieron reenviarlo».
«Llevo 12 años metido en esta cooperativa esperando. Primero tuvimos los problemas con Renfe por los terrenos, luego vino la crisis, después nos dijeron que íbamos a tener ayudas del Estado, pero después se nos pasaron los plazos sin tener nosotros culpa y Hacienda se nos vino encima», relata. Hache cuenta que después de todo este periplo les dijeron que les entregarían los pisos hace un año, en junio de 2019, pero este hecho volvió a retrasarse a septiembre, después a diciembre, luego a enero, a continuación a marzo... «Llega un momento en el que lo único que quiero es que levanten el teléfono y lo pongan a funcionar ya», sentencia.