Cae la banda que robó 70.000 euros en joyas a Tino Fernández, expresidente del Deportivo

Emiliano Mouzo A CORUÑA

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Emiliano Mouzo

La Guardia Civil devolvió al empresario coruñés los objetos recuperados

25 jun 2020 . Actualizado a las 17:25 h.

Tino Fernández, expresidente del Deportivo, recogió este jueves las joyas que una banda criminal le había robado el pasado 8 de febrero. El botín, que fue recuperado en su totalidad, está valorado en unos 70.000 euros. La entrega se realizó en el cuartel de la Guardia Civil de Lonzas, en A Coruña, en el que estuvieron presentes los miembros del equipo que lograron descabezar una banda de ladrones muy bien organizada.

El empresario coruñés, propietario de Altia, explicó que el robo se produjo «aprovechando que mis padres bajaron al centro de la ciudad para llevar a mi hija y se olvidaron de activar las alarmas». Añadió que en las grabaciones de las cámaras de seguridad se observa que entraron cinco personas en la vivienda: «Eran auténticos especialistas, parecían malabaristas subiendo por los sitios más difíciles», indicó Fernández.

El expresidente del Deportivo manifestó que el asalto y el robo perpetrado por esas cinco personas, todas ellas encapuchadas y con guantes, «duró justo media hora, desde las 20.30 a las 21.00 horas». Desconoce si en el exterior de su vivienda le esperaban otros compinches para huir. Indicó que los ladrones sabían a lo que iban, «porque solo cogieron las joyas y los relojes, pero los buenos. Nada les importaron los equipos electrónicos que había en la casa. Incluso tenía un iPhone sin estrenar y lo dejaron».

Tino Fernández precisó que este asalto a su casa del pasado mes de febrero «no fue el primero». Dijo que en el primer partido de la temporada de liga 2017-2018, en el que se enfrentaban en Riazor el Deportivo y el Real Madrid, y aprovechando que Fernández estaba en el estadio entraron en su vivienda «y me llevaron joyas que en aquella ocasión no pude recuperar», subrayó.

La Guardia Civil también mostró otra parte del botín recuperado, compuesta igualmente por joyas que fueron valoradas en 130.000 euros. Además de Tino Fernández, algunos propietarios ya reconocieron sus alhajas, que recibirán en los próximos días. Aún no se identificaron a otros propietarios de distintos objetos, que pueden ser de cualquier punto de España porque esta banda actuaba por todo el estado.

Entre las joyas del botín hay alianzas, cadenas, pendientes, gargantillas y relojes. Entre estos últimos hay algunos valorados entre los 5.000 y los 50.000 euros, de las reconocidas marcas Hublot, Carrera, Rolex o Cartier. Los agentes también lograron hacerse con joyas con incrustaciones de diamantes, alguna de ellas con valores de entre 8.000 y 10.000 euros.

«Parecían malabaristas subiendo por los sitios más difíciles»

La banda criminal que cayó tras la puesta en marcha de la operación Sarpia, estaba compuesta por ciudadanos de Albania, de entre 20 y 25 años, y tenían su base de operaciones en Barcelona. Desde la Ciudad Condal se movían en coches de alta gama por toda España. En Galicia actuaron en Nigrán, A Coruña, Oleiros, Betanzos, Ames, Ponteareas y Redondela.

Se trataba de un equipo muy activo. Trabajaban en oleadas de 15 días, en los que podían realizar entre 3 y 5 asaltos a viviendas de lujo. Pero en uno de esos viajes a Galicia llegaron a Ames en Diciembre, y en la noche de un viernes entraron en ocho casas, explicaron los miembros de la unidad que logró descabezar la banda. Para acceder a las viviendas utilizaban herramientas pesadas, como patas de cabra, mazas, radiales de gran tamaño y cizallas. Todos ellos utilizaban guantes y capuchas para no dejar huellas ni ser reconocidos.

En nuestra comunidad actuaron entre el 15 y 28 de enero y entre el 15 y el 17 de febrero. Fue en esta última oleada cuando los agentes de la Guardia Civil pudieron detener a un miembro. Este arresto y la investigación que ya se venía realizando desde finales del año pasado permitieron dar con el resto en Barcelona. La Guardia Civil coruñesa se puso en contacto con otras fuerzas de seguridad de Cataluña, que finalmente fueron los que lograron detener a los ladrones y recuperar el botín que escondían en las proximidades de los lugares en que abandonaban los vehículos para desplazarse.

Su operativa, muy estudiada y dirigida, era vigilar las viviendas de lujo que previamente localizaban y que sabían que pertenecían a propietarios de alto poder adquisitivo. También conocían todos los pasos que daban los residentes, los horarios de entrada y salida, y de esta forma sabían el momento idóneo para entrar sin ningún tipo de problema.

Una vez perpetrado el robo huían y se dirigían a Barcelona, donde escondían las joyas, indicaron desde la Guardia Civil.