Gustavo Plaza, odontólogo: «Soy optimista, nuestra labor es indispensable»

R. d. Seoane A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

El especialista confía en que los pacientes se vayan incorporando progresivamente y no aplacen las revisiones

26 jun 2020 . Actualizado a las 10:16 h.

Tras 29 años trabajando con medidas de protección e higiene, el odontólogo Gustavo Plaza no ha hecho más que incrementar todas las prevenciones para continuar atendiendo con las mayores garantías a sus 13.000 pacientes en la clínica Plaza del Agra do Orzán. «No utilizamos la sala de espera», explica sobre un catálogo de precauciones a las que ha sumado, además de nuevas batas impermeables con capucha, doble mascarilla y pantalla sobre la gafas protectoras.

Para los pacientes, han instalado además un control de temperatura a la entrada, donde se les realiza un breve cuestionario para descartar cualquier sintomatología sospechosa. Gel para las manos, cubrezapatos y un enjuague con peróxido de hidrógeno al 1 % antes de iniciar cualquier revisión son otros de los pasos incorporados a la atención.

«Hemos extremado las medidas para mayor seguridad», explica el especialista, que destaca su confianza y «optimismo» en esta vuelta a la normalidad. «En Galicia ha circulado poco el virus, ha habido menos casos, creo que la recuperación será aquí más rápida que en otros lugares de España», señala. Una vez controlada, con todas las prevenciones, la crisis sanitaria, opina que en A Coruña «la parte económica cuenta con ciertas ventajas con respecto a otras zonas, no dependemos tanto del turismo y contamos con empresas muy importantes y fuertes».

En su clínica, donde trabajan también cuatro dentistas más especializados en implantología y odontología estética y cuatro higienistas dentales, han comenzado por atender las urgencias y a aquellas personas que ya estaban en tratamiento antes del confinamiento. «Y cada mes tenemos alrededor de cien revisiones», señala sobre la progresiva incorporación de pacientes desde su reapertura, el pasado 11 de mayo.

«Soy optimista, hacemos una labor indispensable y confiamos en que los clientes vayan paulatinamente viniendo a las revisiones, que se programan cada seis meses. A la larga, no conviene no venir», indica antes de apuntar que «el tratamiento más importante es la prevención, si se deja pasar el tiempo no solo se puede complicar el problema inicial en la boca, sino que de la boca pueden derivarse otras patologías».