Las posibles soluciones para el paseo olvidado de As Xubias

david garcía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

El tramo entre Oza y A Pasaxe, pendiente desde el 2008, conjuga atractivo y complejidad

20 jun 2020 . Actualizado a las 09:39 h.

«Es una iniciativa fantástica, pero se trata de una zona de gran complejidad por su orografía y con fuertes pendientes». Así definen desde el departamento de Ingeniería Civil de la Universidade da Coruña el proyecto de ampliación del paseo marítimo entre Oza y A Pasaxe, una actuación por definir, pero que en el área de Proyectos de Ingeniería ya se ha trabajado en el pasado por lo «atractiva» que resulta.

Esta zona, de unos dos kilómetros de longitud, está a la espera de un impulso definitivo por parte de las Administraciones desde hace ya 12 años y cuenta con bastantes particularidades de cara a acoger un proyecto de este calibre. En un emplazamiento privilegiado que el tiempo y el olvido han ido salpicando de puntos de degradación, el espacio para el paseo «es muy limitado, con pendientes y edificaciones de diferente tipo, como colegios, hospitales y la vía del tren», explica Arturo Antón Casado, profesor de la Escuela de Caminos, quien destaca que este tramo debería recuperarse para cumplir con una doble finalidad. Por un lado, la «comunicación con esta parte de la ciudad y el área metropolitana por una zona alejada de coches y más atractiva junto al mar», mientras que el otro objetivo cree que debería tener carácter más recreativo, incluyendo zonas de ocio para aprovechar el entorno natural.

La regeneración, opina, no debería ser igual en todo el espacio, sino diferenciada en cuatro zonas que, por sus características y condicionantes, requieren de soluciones distintas.

Cuatro tramos diferenciados

Un primer tramo sería el que hay después de la playa de Oza y la zona en la que está el Colegio de Educación Especial María Mariño. «Es posiblemente la más complicada. Una solución sería el empleo de pasarelas elevadas paralelas a la costa y situadas sobre las rocas», explica Antón Casado, quien apunta que será imprescindible minimizar la afección al entorno «evitando muros o rellenos», soluciones que en la actualidad están casi en desuso.

El respeto al entorno natural tiene que ser una de las claves de este proyecto en todos sus tramos, en algunos de los cuales también hay que tener en cuenta la instalación ferroviaria, como en la parte hasta llegar a las inmediaciones del materno Teresa Herrera. Para esta recta propone que la senda «discurra en paralelo a la vía por el lado del mar» y la creación de espacios libres y miradores en la parte alta: «Las vistas a la playa de Santa Cristina son increíbles».

A continuación, está la zona bajo el materno, en la que hay una zona calificada de espacios libres «en la que podrían disponerse zonas verdes y de esparcimiento», destaca Casado, quien para la parte del Santa María del Mar propone dos opciones: «La conexión se podría realizar mediante un paseo adosado a la vía o con una pasarela peatonal separada del borde litoral y cruzando sobre la ría hasta la zona industrial». Una alternativa posible gracias a que ni las corrientes ni el oleaje serían inconvenientes para estas estructuras.

La parte más cercana al puente de A Pasaxe, de carácter industrial y en la que está el asentamiento chabolista, sería «la más sencilla desde el punto de vista del relieve», algo que no la exime de problemas. Uno sería la adecuación a la existencia de este poblado, en cuya erradicación trabaja el Ayuntamiento, y el otro la «regeneración» de la parte industrial. Este tramo se asienta sobre rellenos ganados a la ría, terrenos sobre los que se podrían disponer diversos usos similares a los del paseo de O Burgo.