Como primera medida, se canceló el pago de los recibos del agua y operarios de Emalcsa acudieron recientemente a la casa para proceder al corte. En un principio no pudieron porque el hombre que la ocupa, supuestamente, los increpó y amenazó. Aquellos llamaron a la policía y a la zona se desplazaron tres coches patrulla para proteger a los trabajadores para que así pudieran cerrar el suministro.
A los pocos días, otras dos patrullas tuvieron que regresar a la zona porque, presuntamente, el hombre intentaba de nuevo engancharse a la red. A día de hoy y ante la falta de respuesta de la familia que la ocupa, no se sabe si cuentan con agua o sin ella.