Con los ecos de «Los abrazos prohibidos» aún resonando, el viernes 22 Vetusta Morla publica nuevo disco, «MSDL - Canciones dentro de canciones»
17 may 2020 . Actualizado a las 01:34 h.Me gusta la idea de pensar en las canciones como seres vivos. Semejan inertes e inmutables pero queda claro, a la vista de MSDL, que no es así. Que cumplen de sobra los axiomas que dan carta de naturaleza vital: nacen, crecen, se reproducen y, llegado el momento, mueren. En su nuevo álbum los madrileños revisitan y reinterpretan las diez canciones que componen Mismo Sitio, Distinto Lugar (2017). Y lo hacen desde la búsqueda de su esencia e identidad. Una deconstrucción en toda regla. Un nuevo concepto que tan solo tuvieron ocasión de exponer en directo en A Coruña y Barcelona, antes de que el estado de alarma abortara el resto de la gira y el lanzamiento del disco. «Han pasado poco más de dos meses desde los conciertos de A Coruña, pero parecen de otra vida», confiesa Guille Galván, guitarra y letrista de la banda.
-¿Qué sensación os queda de aquellos conciertos?
-Fueron el arranque de algo que no fue. Y eso los hace más especiales aún. Fueron inauguración y despedida no sé si de una época o de un periodo. Porque lo que está sucediendo no solo nos va a obligar a replantearnos nuestro trabajo sino también nuestra relación con el resto de seres humanos y con el planeta.
«Me emocionó la implicación de los sanitarios durante la grabación del vídeo de 'Los abrazos prohibidos'»
-El pasado fin de semana presentasteis «Los abrazos prohibidos» y la respuesta fue brutal. Personalmente ¿qué ha sido lo que más te ha emocionado?
-El número de visualizaciones es una barbaridad, es cierto. Pero más allá de los números, me emocionó la implicación de los sanitarios durante la grabación del vídeo y me emociona ahora el feedback y el cariño que estamos recibiendo de ellos. Pero, cuidado, no nos dejemos dejar llevar solo por lo emocional. No perdamos de vista que si no tenemos una sanidad pública de calidad de poco sirve ningún homenaje. Lo que necesita esta gente es respeto y dignidad los 365 días del año. Y eso se materializa con inversión.
-«Mismo sitio. Distinto lugar». Un título que ahora suena incluso como una alegoría premonitoria. ¿Cómo espera reubicarse Vetusta Morla en ese distinto lugar?
-Estamos todos muy necesitados de certezas y quizá lo mejor que podemos hacer en este momento es hacernos preguntas y dejar que el tiempo nos vaya dando las respuestas y nos vaya ubicando. Y Vetusta ¿que será? Pues ya veremos. No tenemos por qué saberlo ahora.
-¿Cómo se lleva lo de sacar un disco sin la posibilidad de presentarlo en directo?
-Bueno, MSDL fue concebido como broche final de Mismo sitio. Distinto lugar. E iba a tener una gira corta. Ahora estaríamos casi terminándola. Así que el disco sale casi como un regalo, como un continuará. Hay además una parte que nos hace especial ilusión, que es poder vender este disco en tiendas pequeñas que están reabriendo y que van a necesitar el apoyo de todos para poder subsistir.
-¿Qué habéis descubierto de estas canciones con esta revisión que antes no conocierais?
- Para grabar Mismo sitio. Distinto lugar utilizamos una gran cantidad de recursos musicales y tecnológicos. Con MSDL hicimos lo contrario. Decidimos grabar las canciones solo con lo que teníamos en nuestras manos. Nos pusimos en círculo, viéndonos todos y compartiendo la canción como si fuese una hoguera que estuviera en medio de nosotros. No pretendíamos llevar las canciones a su origen sino situarlas de nuevo en el camino, y en lugar de que fueran a donde fueron en el disco anterior, forzarlas a ir a otro lado. Pero sin que dejasen de ser la misma canción.
-¿Os sentís esos «últimos de un viejo clan» de los que habla «La Vieja Escuela»?
-Hombre, si miras los nombres que figuran en las listas de streaming más habituales evidentemente estamos ante un momento de artistas individuales más que de bandas. Sí que tenemos esa sensación de sentirnos unos privilegiados por poder mantenernos como una banda de rock en un momento en el que eso no es tan frecuente. Somos fruto de una herencia del siglo XX que poco a poco está desapareciendo o se está transformando en otra cosa.
«Lo bueno de los carruseles es que se apagan en un sitio, pero a la noche siguiente relucen en otro»
-¿Se apagará entonces el carrusel?
-Lo bueno de los carruseles es que se apagan en un sitio pero a la noche siguiente relucen en otro. Ojalá este apagón haya sido solo para llevarlo a otro lado donde relucirá con nuevas ilusiones.
-Mantenéis como fecha de reinicio de la gira el 2 de septiembre. ¿Lo veis factible?
-Contestar a eso sería muy osado por mi parte. Quien tiene que decidirlo es el Ministerio de Sanidad. A nosotros nos toca ponernos a la zaga de las decisiones sanitarias.
-Justo antes de los conciertos de A Coruña decías en estas páginas que «la cabeza me pide pausa y el cuerpo me pide marcha». Aunque por causas ajenas, al final ganó la cabeza.
-Pues sí, mira, la cabeza a veces es sabia.
-Y esa pausa, ¿le ha sentado bien?
-Sí, yo creo que sí. Era necesaria y, aunque sea por obligación, me está sirviendo para poner las cosas en su contexto, para valorar de dónde venimos y para poder mirar al futuro con perspectiva.
-Te he visto muy activo en redes sociales respecto a la cuestión del futuro que le espera a esta generación.
-Me da un poco de rabia que se dé por hecho que va a haber toda una generación perdida con sueldos de miseria y trabajo basura. Porque a base de repetirla esa idea acaba calando. Y ya veremos. Lo mismo esta generación que no tiene demasiadas oportunidades con el sistema actual da un volantazo y exige otra alternativa. Evidentemente me preocupa lo que puede pasar en el futuro. Nos enfrentamos a una brutal reconversión social. Ojalá que no la paguen los trabajadores y sus derechos. Significaría que no hemos aprendido nada.