Antón Sáez: «A la mayoría no les compensa abrir»

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

La hostelería está a la espera de que el Gobierno publique un manual con las medidas obligatorias para la apertura

07 may 2020 . Actualizado a las 15:41 h.

Los hosteleros no terminan de ver con buenos ojos la desescalada. Ante el anuncio de la posibilidad de abrir las terrazas con un aforo limitado la respuesta de muchos es continuar con la verja bajada «hasta la fase dos o hasta que se aclaren más las cosas», según afirmó ayer en Radio Voz Antón Sáez, propietario de, entre otros, el restaurante Abica y portavoz de los hosteleros de la Marina.

—¿En qué situación está la hostelería de la Marina?

—Somos un sector muy atomizado, cada caso es muy particular. Pero en general estamos esperando ver cómo son los manuales que tiene que sacar el Gobierno con las medidas con las que tenemos que abrir. No podemos abrir nuestros negocios antes de que nos digan exactamente y de modo oficial cómo tenemos que hacerlo. Cada uno ha hecho sus números y la mayoría ha visto que no les compensa abrir tan solo con la terraza. Si viene un día de lluvia o viento no puedes tener al personal parado, no es rentable. Salvo dos o tres locales que están dudando si abrir o no, el resto hemos decidido que hasta que se aclaren esas medidas del gobierno y hasta que nos permitan abrir el interior del local, permaneceremos cerrados.

—¿No sale rentable abrir?

—A día de hoy nos quedaríamos con el 50 % de la terraza, que si respetas las medidas de dos metros de distanciamiento ni siquiera llegas a ese 50 %. Y en nuestro caso estamos hablando de cinco o seis mesas en la mayoría de los locales. Además, muchos son negocios de tiques muy bajos, de mucha rotación, mucho movimiento. Y si no tienes esa rotación te sale más caro estar abierto que cerrado. Pero como te decía hay casos muy diferentes, porque algunos tienen caseros que tienen más margen y otros que son una familia que vive exclusivamente de eso y que tienen que cobrar.

—¿Han mantenido contactos con el Ayuntamiento?

—Sí, ya nos dijeron que su intención, en todo momento, es ver cómo los negocios pueden facturar lo máximo posible. Porque detrás de todo esto no está solo la rentabilidad del propio local, sino el mercado laboral. Cuanto más puedan facturar los negocios cuando abran, antes se recuperará el mercado. Pero todavía hay grandes incertidumbres. Nos aclararon estos días la de los ERTE, que era uno de los grandes miedos que teníamos los hosteleros, que nos dejasen abrir al 50 % y luego te viniese el 100 % de la plantilla, lo que sería la ruina absoluta del sector. Pero siguen sin publicarse los manuales y el Ayuntamiento está esperando también eso para poder regular la distancia entre mesas en terrazas y demás.

La mayoría ha visto que no les compensa abrir tan solo con la terraza

—¿No pueden adelantarse e ir incorporando algunos elementos de seguridad como las mamparas?

—Precisamente las mamparas creo que van en contra de lo que es el propio modelo de negocio de la hostelería. La gente baja a airearse, a ver gente, a socializar. Para estar en un cubo se queda en casa y pide algo a domicilio. Ya nos han adelantado que esas medidas, como el ozono, que eran muy caras, no se impondrán. A día de hoy no sabemos siquiera si tenemos todos los EPIs que necesitamos. Es un tema de salud que va más allá del negocio, aunque haya casos de locales que tengan que facturar ya porque no aguantan más. Pero nos preocupa lo primero la salud de nuestros trabajadores y sus familias. Hay que priorizar la salud y utilizar el sentido común.

—¿No le parecen acertadas las medidas de las desescalada para el sector?

—Es que no puede ser igual para todo tipo de negocios, que somos muy diferentes, ni para todas las comunidades autónomas. En la costa andaluza y en levante hay muchos locales en las playas que son una pequeña caseta donde está la cocina y los servicios y el resto es todo terraza. Estas medidas para este tipo de negocios están bien. Pero aquí no abundan. Por eso la medida de apertura de terrazas va a ser muy poco efectiva por aquí.

Cuanto más puedan facturar los negocios cuando abran, antes se recuperará el mercado

—¿Cómo se les plantea la campaña de verano?

—El verano en la Marina es lo que nos permite aguantar el invierno, y sabemos que este no vamos a poder hacer el colchón con el que aguantamos el resto del año. El objetivo es perder la menor cantidad de dinero posible para que cuando pase esto estemos fuertes y podamos seguir. Esperemos que cuando pase la pandemia el ocio sea una de las industrias más demandadas, que la gente tenga ganas.