Los datos de la basura y el tráfico revelan el éxodo de los coruñeses

Xosé Gago / Toni Silva A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Los residuos generados en la ciudad se han reducido mientras suben en el área

10 abr 2020 . Actualizado a las 12:09 h.

El éxodo de coruñeses a sus segundas residencias en el área metropolitana se confirma. Los datos de tráfico y los de generación de basura indican que parte de la población se ha movido a los municipios de la zona desde que arrancó la crisis del coronavirus.

La hipótesis del éxodo se puso sobre la mesa en la segunda semana del confinamiento, a raíz de los datos de circulación en la avenida de Alfonso Molina, el principal acceso de la ciudad, que mostraban una tendencia sin precedentes. No solo descendía la densidad el tráfico, sino que se detectó que salían de la urbe muchos más vehículos de los que entraban. En la semana del 9 de marzo, partieron 19.890 y accedieron 16.755. Hasta entonces siempre se había registrado un equilibrio, pero según se fueron imponiendo medidas sanitarias o de protección, «se vino registrando mayor volumen de tránsito de salida que de entrada», señalaban fuentes municipales.

La Policía Local afirmó que «no tenemos datos concretos (...) para poder afirmar que el coronavirus llevó a algunos ciudadanos a dejar la ciudad (...), pero lo que está claro (...) es que estas grandes diferencias entre las entradas y salidas antes no se daban».

Las evidencias han seguido acumulándose. El equilibrio entre salidas y entradas por Alfonso Molina nunca se ha recuperado. Todo lo contrario, la tendencia se ha mantenido todos los días sin excepción, aunque en menor medida que a principios de marzo. El lunes 30, cuando se endureció el confinamiento, salieron por la avenida 5.517 automóviles, un 10 % más de los que entraron, y esa diferencia no se redujo un poco hasta el viernes.

 Las evidencias de la basura

Pero hay indicios más allá del tráfico. Las cifras de la recogida de basura son incluso más concluyentes. Durante el mes de marzo, en A Coruña descendieron los residuos generados, mientras que aumentaban en los municipios del área metropolitana. En la ciudad se recogió menos basura de todos los tipos. Quizá el dato más significativo sea el del orgánico, se recogieron cerca de 55.000 kilos menos, mientras que en los concellos del Consorcio As Mariñas (Abegondo, Bergondo, Betanzos, Cambre, Carral, Culleredo, Oleiros y Sada) aumentó en más de 42.000 kilos durante el mismo período. Precisamente, la concesionaria Cespa señalaba ayer que el incremento del servicio de recogida de basura en el área conlleva más trabajos de lavado y desinfección de los contenedores, unos 9.300 en los ocho ayuntamientos.

 Crecen los restos inorgánicos

La generación de residuos orgánicos está relacionada en parte con el consumo de alimentos, y nada indica que los vecinos de A Coruña se hayan coordinado para hacer dieta mientras que los de la comarca se dan a los banquetes durante el confinamiento.

Aunque la correlación es menos exacta, se ha producido un fenómeno similar con otros tipos de residuos. La recogida de basura inorgánica también ha crecido en la comarca, e incluso la de papel y cartón, mientras que el tonelaje de ambas categorías descendió en A Coruña. Solo en el caso de la recogida de vidrio se produce un descenso generalizado, pero gran parte de esos residuos los generaba la hostelería, que está sin actividad desde el comienzo de la crisis.

La comparación con el 2019 aún añade más indicios para confirmar el éxodo. En marzo del año pasado se generó en A Coruña más basura que este año. Pero en el área metropolitana ha ocurrido justo lo contrario: la producción de residuos fue un 10 % más elevada que en el 2019, con la citada excepción del vidrio.

«Acondicionamos la casa para vivir estos días, aquí se está mejor que dentro de un piso»

Gerardo Louro es vecino de Monte Alto. Los fines de semana de buen tiempo y los veranos se traslada a su vivienda de Santar María de Vigo, en el municipio de Cambre. De hecho, el estado de alarma le pilló aquí plantando en su finca, y la pandemia le hizo cambiar de planes. «En lugar de regresar a la ciudad, mi mujer fue la que vino aquí, también mi hijo, aunque costó bastante convencerle», señala Louro.

Otro caso similar es el de Luis González, vecino en el paseo de los Puentes y quien optó por trasladarse a Meirás (Sada) cuando Pedro Sánchez anunció el mantra de quedarse en casa. «La teníamos un poco como trastero, y ahora la hemos acondicionado para vivir estos días, sin duda aquí se está mejor que dentro de un piso», explica Luis, quien acude desde aquí a trabajar a diario a A Coruña. Tiene un hijo de 22 y una hija de 18. El mayor pasaba en Galicia un paréntesis de su beca Erasmus en Nantes. «Y ahora sigue las clases on-line». Ella, por su parte, es de esas alumnas a las que les toca preparar la prueba de acceso a la universidad en este contexto de absoluta incertidumbre. 

Documentos acreditativos

Como Gerardo y Luis, son muchos los coruñeses que se han desplazado a zonas rurales del área metropolitana en los últimos días sin vulnerar el decreto de alarma. La norma permite regresar al domicilio habitual y autoriza los traslados por fuerza mayor, como el cuidado de un familiar que no se puede valer por sí mismo. Pero es necesario contar con documentos que acrediten esas circunstancias.