Tras realizar una reforma en su obrador para elaborar el pan en una especie de escaparate, Víctor López Iglesias tiene tantos clientes comprando como paseantes mirando. «Es como un cine», dice
13 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.«La cristalera es para que se vea lo que usamos. Apostamos por el trigo gallego, por la mejor materia prima, por los mejores productos.... Queremos que la gente lo valore», explica Víctor López Iglesias, propietario de la panadería La Tradicional. Hace unas semanas que hizo una reforma completa al local que ocupa la esquina de la ronda de Outeiro con la avenida de los Mallos.
Ya se veía, pero ahora mucho más, el trabajo que llevan a cabo en el obrador. «Es como un cine. Tenemos tanta gente mirando como clientela comprando», apunta sonriente este enamorado del pan. En esta transitada esquina siempre hubo una tienda de alimentación. Un ultramarinos de toda la vida. Cuando Víctor se puso al mando en el 2011 tenía claro lo que quería hacer. Me formé en panadería y bollería. Nunca entendí por qué en los despachos no se veía de dónde procedía el pan. En los restaurantes está de moda que se vea la cocina y cómo manipulan los alimentos. Así que aquí, todo a la vista», comenta.
En todos estos años fue remodelando el bajo hasta llegar al modelo actual, la panadería con más espectadores. Si van por la ronda de Outeiro y ven un grupo de gente parada mirando hacía un edificio ya saben donde está La Tradicional. «La parte de las cristaleras está muy bien y es algo que llama la atención a la gente, pero lo importantes es nuestra apuesta por el pan gallego, por el mollete, por el producto de primera calidad. Estamos intentando concienciar a la gente que el pan no se hace en una hora y que, aunque nos cueste algo más, merece la pena», explica Víctor desde esta panadería en la que se podría instalar una taquilla para tener derecho a ver la película diaria de la manufactura del pan.
