La cineasta Mabel Lozano presenta esta tarde su documental «El proxeneta. Paso corto, mala leche»
05 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Hoy • 19.00 horas • Entrada libre hasta completar aforo • «Fui acusado de prostitución coactiva. Me pidieron 27 años, de los cuales solo cumplí 3. Dentro de la cárcel me di cuenta de que mi delito era una cosa normal, que no estaba mal visto. Cuando en realidad les hacemos a las mujeres más daño que un violador». Así habla el Músico, mote de un proxeneta que llegó a esclavizar a unas 2.000 mujeres en sus años de actividad y que terminó en la cárcel. Tras enamorarse y formar una familia con una de las jóvenes que explotaba le llegó la hora de replantearse todo lo que había hecho. Y lo cuenta sin tapujos ni adornos, en primera persona, en el documental El proxeneta. Paso corto, mala leche, que esta tarde se presenta en el Teatro Colón.
La directora de esta película es Mabel Lozano, actriz, cineasta, escritora y, por encima de todo esto, activista volcada contra la trata de mujeres. De hecho, el documental que se exhibe hoy en A Coruña -y que contará con la presencia de la directora, que participará también en un debate posterior- tiene como base un libro suyo del mismo título.
Se trata de una película dura, «pero sin caer en ningún momento en la pornografía de la violencia», advierte la directora. Las declaraciones del protagonista de la cinta son demoledoras en todos los aspectos, incluida la naturalidad con la que habla de un negocio turbio pero que ha superado en rentabilidad al tráfico de drogas, y solo superado en este sentido por el de armas. «Todo el mundo miraba para otro lado con las migajas que les dábamos. Los únicos que no querían nuestro dinero eran los de Hacienda, porque hacíamos la declaración de nuestro negocio y nos salía a devolver» o «la mafia no viene de fuera, lo llevamos todo nosotros porque lo creamos nosotros. Desde los 16 o 18 años estamos en el puterío, y tenemos 50 o 60 y seguimos ahí», son algunas de las declaraciones que suelta en la película.
Lozano ha aprovechado su visita a la ciudad para inaugurar, además, la exposición Chicas nuevas 24 horas en el Ágora, una muestra basada en su documental del mismo título en la que la cineasta da voz «a esas niñas de 15 años que son raptadas, trasladadas, vendidas y apaleadas. Es la diferencia entre nacer en Galicia -en un estado de derecho que te facilita herramientas, como la educación, que te van a hacer libre- o nacer en Nigeria y tener cuatro hijos a tu cargo antes de cumplir los 18 años, probablemente fruto de violaciones. Es una situación de vulnerabilidad tal que termina convirtiendo a estas niñas en mercancía en países como el nuestro», explicaba ayer en la presentación de la exposición ante un grupo de escolares que la visitaron con ella. La muestra puede visitarse hasta el día 20, y habrá visitas guiadas a cargo de la también actriz y activista Berta Ojea.