Los patinetes y las bicicletas siguen siendo de las peticiones que encabezan las listas a sus majestades de Oriente
06 ene 2020 . Actualizado a las 18:59 h.Con temperaturas muy bajas, este lunes por la mañana los termómetros no superaron los 7 grados a primera hora, fueron pocos los madrugadores que se animaron a salir a la calle. Fue a partir del mediodía cuando los reyes de la casa comenzaron a ocupar las plazas, armados con sus regalos traídos de Oriente. Los pasillos de los hogares se quedaron pequeños a la hora de probar las prestaciones de los vehículos de dos y tres ruedas, desde la bici a los populares patinetes, lo que obligó a abrigarse para la jornada de estrenos. El tiempo anticiclónico echó una mano. Aunque estamos en una sociedad cada vez más digital e individualista, disfrutar con los amigos y, de paso, presumir de los juguetes nuevos, es una costumbre del día 6 de enero con arraigo y cuerda para rato. En la Ciudad Vieja decenas de pequeños ciclistas irrumpieron en la plaza de Azcárraga. La felicidad era palpable. No hay videojuego que pueda con esto.
El regalo estrella continúa imbatible. Para los pequeños y, también, para los no tan pequeños. El día de Reyes no sería lo mismo sin las bicicletas. Por la mañana, en la Marina, pudimos dar cuenta de ello. El velocípedo fue, un año más, la petición más importante de muchos pequeños coruñeses en su carta dirigida a los Reyes Magos. Los deseos llegaron a tiempo porque sus majestades de Oriente hicieron acopio de bicis de todos los tipos y estilos. Es el medio de transporte perfecto para ganar equilibrio y aprender a montar sobre dos ruedas. Con paciencia, madres y padres supervisaban las primeras pedaladas de sus pequeños.