«Intentamos que los agentes jóvenes libren la madrugada de Nochevieja»

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MIGUEZ

El teniente del Subsector de Tráfico de A Coruña, Fernando Tato, cuenta cómo trabaja la Guardia Civil durante la última noche del año

28 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Es el teniente del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de A Coruña, pero no se libra del turno de Nochevieja. Fernando Tato quiere estar con sus agentes en el punto álgido de la noche, a las seis de la madrugada. En ese momento empezará su turno, que se prolongará hasta las dos del mediodía. Sabe que es ahí cuando llega el pelotón: «A partir de esa hora vienen las incidencias de gente que vuelve de celebrar. Empiezan a surgir siniestros y establecemos controles en sitios donde se nos vea bien para intentar que que no conduzcan tras tomar bebidas alcohólicas», dice Tato, que añade que desde su destacamento perciben más concienciación en la calle: «Aún así, y a sabiendas de que vamos a estar, sigue habiendo gente que confunde la fiesta con la irresponsabilidad». Cerca de cuarenta agentes establecerán controles a nivel provincial en una noche importante, pero que no supone la peor en cuanto a alcoholemias y accidentes se refiere. «La celebración de San Juan en A Coruña y las fiestas patronales en grandes núcleos poblacionales a nivel autonómico son más peligrosas en ese sentido», indica el teniente.

ROTACIÓN EN LOS TURNOS

Los agentes se van turnando año a año. «Hacemos una rotación para que haya equidad. Luego también hay siempre alguna preferencia. A la gente joven que quiere salir procuramos no ponerle el turno de las seis de la madrugada, y a los que prefieren cenar y tomarse las uvas en casa tratamos de asignarles el de la mañana. Y si a una persona le toca un año en el de la madrugada, al año siguiente suele librar», explica Tato, que tiene experiencia en esto de arrancar para el destacamento en el punto fuerte de la noche del 31 de diciembre. «No es la primera, ni la cuarta ni la quinta vez que trabajo en este turno, porque es el más significativo y me gusta estar», indica el agente, que está más que adaptado a él. «Los que trabajamos en él, sabemos que no podemos trasnochar. Yo ya estoy acostumbrado a tomar las uvas pensando en que me quedan dos o tres horas de sueño para entrar a trabajar», señala el teniente, que lanza un mensaje claro a los ciudadanos de cara al Fin de Año: «Que dejen las llaves del coche en casa. Ese es el mensaje que queremos que termine de calar».