
La Infraestructura Verde es un instrumento de desarrollo sostenible supramunicipal basado en una red de servicios ecosistémicos
27 dic 2019 . Actualizado a las 10:39 h.En un artículo publicado en este periódico por el profesor de la Universidade da Coruña (UDC) Carlos Nárdiz bajo el título La extensión suburbana de la periferia, el ingeniero analiza el desarrollo sufrido -digo yo y creo que nunca mejor dicho- por los municipios limítrofes de la ciudad de A Coruña a partir de principios del siglo XX.
En el texto, Nárdiz toma como elemento fundamental en su desarrollo la construcción del puente de A Pasaxe y plantea una serie de soluciones para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. El profesor bautiza estas iniciativas como «proyectos estratégicos» en los que incluye los espacios públicos, el transporte, la rehabilitación energética... Termina su artículo con una pregunta: «¿Dónde están los instrumentos de coordinación y de gestión de nuestra ciudad más allá de las iniciativas municipales e intervenciones sectoriales?». Me gustaría ofrecerle una respuesta: las Infraestructuras Verdes.
La Infraestructura Verde es un instrumento de desarrollo sostenible supramunicipal basado en una red de servicios ecosistémicos. Estos son, fundamentalmente, aquellos servicios que la naturaleza nos ofrece como el aire, el agua y la biodiversidad, que implican a casi todos los aspectos y actividades tanto en el medio urbano como en el rural.
Esto significa que son las contribuciones directas o indirectas de los ecosistemas para el bienestar humano (TEEB, 2010). En general se consideran estos servicios ecosistémicos en tres grandes grupos: de provisión, de abastecimiento y culturales. Por tanto, una Infraestructura Verde afectará a todas las actividades de una sociedad cada vez más urbanita que poco a poco va «colonizando» el rural, como es el caso que el profesor Nárdiz comenta en su artículo respecto al área de A Coruña y su periferia.
La Infraestructura Verde plantea la manera sostenible de abordar el desarrollo urbano y rural ofreciendo soluciones a la movilidad: transporte público y privado, peatonalización, usos alternativos como la bicicleta o el patinete. También, al sistema energético: energías renovables y eficiencia energética, dotación de espacios verdes ininterrumpidos, arbolado de las ciudades, las cubiertas y las fachadas verdes, la gestión de residuos, el consumo de proximidad, la agricultura ecológica o la gestión forestal.
Los servicios ecosistémicos culturales relacionados con el ocio son el senderismo, disfrute de la naturaleza... Todas estas actividades, inscritas además en un concepto de economía circular, avalado por el hecho de que la economía verde proporciona beneficios enormes en su aplicación. Pero quizás el beneficio más importante de todos sea el de la mejora de la salud pública ampliamente estudiado hoy en día. En último término de lo que se trata es del bienestar social.
La Infraestructura Verde aplicada en un término supramunicipal, como es el caso de A Coruña y su periferia, supondría un cambio de paradigma que nos tendría que implicar a todos, seamos de A Coruña, de Arteixo, de Oleiros o de cualquier otro ayuntamiento cercano, de manera que seamos conscientes de que vivimos en un «paisaje común» que es de todos, tanto que sea urbano como rural.
Al mismo tiempo, entender los «corredores ecológicos» que articulan una Infraestructura Verde, fundamentalmente los ríos y las aguas costeras, como lo hacen las lagartijas que no entienden de límites administrativos, y así sobreviven. Nosotros a lo mejor no.