«El coche es una maravilla, precioso, y nunca había tenido un Audi»

e. e. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Médico jubilado y suscriptor de La Voz desde 1990, su intención es regalarle el vehículo a una de sus hijas

11 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Se vino a Galicia desde Granada para hacer la mili y aquí encontró trabajo y fundó una familia. En Galicia no le ha ido mal. Ayer mismo, sin ir más lejos, le cayó del cielo un Audi A1. El clima no es el granadino, pero no está mal.

Manuel Bello López se pasea por la instalaciones del concesionario Arrojo saludando cordial a todo el mundo. Se le nota tímido y muy educado. De vez en cuando, mientras charla, gira la vista hacia un objeto rojo y reluciente aparcado en el concesionario. Es uno de los tres Audi A1 que regala La Voz a sus lectores.

«El coche es una maravilla, es precioso, y nunca había tenido un Audi, es una marca de prestigio», cuenta Bello López, nacido en Granada en 1943 pero afincado en A Coruña desde 1968. En Galicia se casó -su esposa es de Becerreá- y aquí tuvo a sus cuatro hijos. El Audi durará poco en manos de Manuel Bello, porque ya tiene decidido que se lo regalará a una de sus hijas, Andrea, quien acudió con él a recoger el regalo y contempla con alegría el vehículo que pronto conducirá por las carreteras. «Esperemos que me lleve», dice su padre con humor, sentado ya al volante del coche, del que elogia sus dimensiones internas.

Manuel Bello se mueve en un coche de siete plazas, algo lógico con cuatro hijos y con todos los nietos que tiene. Siempre hay mucha familia que mover. Médico pediatra, jubilado tras haber trabajado en la coruñesa Casa del Mar, tiene tiempo para dedicarle a los suyos. Todos no cabrán en el Audi, pero se cuece ya una escapada para entrenarlo. «A Sanxenxo, por ejemplo, que Granada que me queda muy lejos, aunque podría ir a esquiar a la sierra granadina», dice.

Desde 1990 Manuel Bello es suscriptor de La Voz de Galicia. No es la primera vez que participa en alguno de los sorteos, pero hasta ahora no había cubierto ninguna tarjeta. No contaba que aquel papel se fuera a convertir en un Audi del paquete. «Nunca cuentas con que te vaya a tocar, pero sin ponerle un poco de ilusión es imposible», cuenta. La ilusión es esencial para dar los pasos que conducen al Audi. «Siempre tienes una pequeña esperanza», cuenta sonriente, propietario ya del coche. Y, ya puestos, bendecido por la suerte automovilística, este lector de La Voz tira de humor para sugerir el siguiente paso: «Pues ahora a ver si aprovechamos el tirón y de paso toca la lotería».

Cuando llegó a Galicia, recuerda, le tocó un año con ocho meses de lluvia seguidos, y pensó en volverse a Andalucía a causa de tanto aguacero. Después del mes de noviembre que pasamos, quién sabe, a lo mejor siente un impulso similar. Ahora tiene a su disposición un Audi A1 sin estrenar que bien le puede ayudar en su huida. Toca disfrutarlo.