El nuevo contrato de la planta superará los 272 millones de euros para 15 años

Xosé Vázquez Gago
XOSÉ V. GAGO A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Planta de tratamiento de residuos de Nostián, gestionada por Albada
Planta de tratamiento de residuos de Nostián, gestionada por Albada CESAR QUIAN

Ayuntamiento y Consorcio As Mariñas pagarán un canon anual de algo más de 10 millones

06 dic 2019 . Actualizado a las 10:48 h.

 La concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, confirmó ayer en el pleno, ante una pregunta del BNG, que ya se han presentado los pliegos del nuevo contrato de la planta de Nostián al área de Contratación, que se mantendrá durante 15 años. Durante el pleno la concejala también se refirió a la crisis que sufre en la actualidad la instalación, y subrayó que el gobierno local aplicará todas las medidas jurídicas que sean precisas para garantizar el funcionamiento de la planta

Según fuentes consultadas, el valor estimado del nuevo contrato asciende a 272.260.290 euros. La cifra se ha calculado en base al importe neto de la cifra de negocio que se estima que generará la empresa, sin contar el IVA.

Los costes de explotación del primer año ascenderán a 12,7 millones de euros. Serán más elevados que en los ejercicios siguientes ya que se remodelará la planta para mejorar su funcionamiento. En los siguientes años se prevén unos costes de explotación próximos a los 9,2 millones.

Los pliegos también recogen que el Ayuntamiento y el Consorcio As Mariñas paguen un canon anual de algo más de diez millones de euros, de forma que cuando acabe la concesión habrán abonado casi 151 millones.

Energía y rechazos

Además está previsto que la recuperación de materiales reciclados y la generación de energía a partir de los mismos produzcan ingresos por algo más de 91 millones de euros, casi 69 por material y el resto por energía.

Los pliegos también prevén que el volumen de rechazos —material no reciclado— se reduzca hasta el 28,8 % del total.

Medio Ambiente hace su parte en una crisis que va a marcar el arranque del mandato

Medio Ambiente ha esprintado en las últimas semanas para tener listos los pliegos del nuevo contrato antes del estallido de la huelga, aunque quizá ya sea muy tarde. A estas alturas, los pliegos parecen poco más que una cuestión administrativa, pero son el centro del problema: si el anterior gobierno los hubiese tenido listos a tiempo la huelga y la posible intervención municipal en Nostián serían sucesos remotos.

Pero ya no estamos hace meses, la huelga está sobre la mesa, y las esperanzas para frenar el conflicto pasan por las reuniones que se sucederán este fin de semana, entre ellas un encuentro con el Consello Galego de Relacións Laborais que tendrá lugar el domingo, solo unas horas antes el arranque de la movilización.

La titular de Medio Ambiente, Esther Fontán, afirmó que al gobierno local no le va a «temblar la mano para que la planta funcione en optimas condiciones». Será necesario, porque la situación es compleja y casi explosiva. En un primer nivel chocan intereses del Ayuntamiento, la plantilla y la empresa. En un segundo nivel pesan intereses partidistas, sindicales y económicos. A veces se mezclan de forma contradictoria. Una huelga exitosa favorecería a los operarios, pero si es muy dura podría condenar el futuro de la planta al favorecer que los ayuntamientos de la zona fuesen a Sogama. No hay ninguna salida fácil a la vista.