La interinidad en educación volverá a tasas precrisis con las 3.600 plazas convocadas

rubén santamarta / jorge casanova A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

GONZALO BARRAL

El reparto por especializades se concretará en la mesa sector del martes. Los futuros opositores lo tienen claro: «Esta vez voy a por todas»

30 nov 2019 . Actualizado a las 16:34 h.

La convocatoria adelantada de 3.600 en educación -para sus diferentes niveles, incluidas escuelas de idiomas o conservatorios- permitirá reducir la tasa de interinidad en Galicia hasta el 5 % al cierre del 2020, según los datos que maneja la Consellería de Educación.

Si se logra alcanzar esa ratio, será la más baja desde hace diez años. Esa tasa llegó a alcanzar el 13 % en el curso 2015/16; había ido creciendo de forma imparable desde el inicio de la crisis, algo lógico en tanto que no se convocaban plazas para cubrir las jubilaciones de profesores. El 5 %, un «mínimo técnico», según definen en la consellería, permitiría volver a las tasas precrisis. En el 2010, justo antes de que se iniciaran los recortes en servicios públicos, la ratio se movía en esos parámetros.

Las 3.600 plazas ofertada para educación (2.000 para el turno libre y 1.600 de ellas para promoción interna) suponen la mayor oferta que ha hecho la Xunta en ese sector. Pero aunque se han concretado las especialidades (casi 90, de ellas 30 que llevaban una década sin convocarse) y también el reparto por ciclos (por ejemplo, alrededor de 750 nuevas plazas para secundaria, y otras tantas para maestros), lo cierto es que su distribución definitiva queda a expensas de lo que se decida en la mesa sectorial, convocada para el martes. Ahí empezarán a concretarse todas las cifras.

Tampoco está definido el reparto territorial de esos nuevos profesores. «As prazas non se convocan por zonas, senon que os destinos cúbrense unha vez se saiban as necesidades do curso entrante», confirmaban fuentes oficiales. La convocatoria oficial se publicará en el DOG en diciembre.

Pese a la magnitud del anuncio, los sindicatos creen que sigue siendo insuficiente para cubrir las bajas de los últimos años. Denuncian además que esta convocatoria llega en plena precampaña para las autonómicas gallegas, y a las puertas una huelga anunciada por el sector.

La conselleira de Educación, Carmen Pomar, aseguró ayer que «no tiene ningún sentido mezclar reivindicaciones» como la reducción de la jornada lectiva de los docentes gallegos -motivo de esa huelga- y la oferta de empleo: «Como les dijimos a las organizaciones sindicales, no nos parece oportuno poner encima de la mesa esta reducción horaria».

Hablan los aspirantes a nuevo profesor: «¡Esta vez voy a por todas!»

—Lo que pasa es que todavía no se sabe cuántas plazas son.

—Bueno, al menos convocan.

Mientras llega el profesor, el grupo de aspirantes a una plaza pública en la enseñanza secundaria como docente de dibujo, cuchichean o directamente charlotean sobre un único tema: la convoctoria de plazas, más de dos mil de nueva creación. En esta clase del grupo Premir en A Coruña, donde se esfuerzan 23 opositores, todos saben que la última vez que la Xunta convocó plazas de profesor de dibujo, corría el año 2008. Algunos de ellos, ni siquiera habían terminado la ESO. Así que a nadie se le escapa lo que significa esta oportunidad.

«¡Esta vez voy a por todas!», concluye Rocío. Tiene 34 años y una experiencia laboral que la ha convencido de que vale la pena probar suerte en las oposiciones. «Ya me presenté en las de Andalucía hace un par de años, pero el examen me salió mal. No entré ni en la lista». Entrar en la lista es clave, porque supone que la Administración te puede llamar. Unos días por una baja, unas semanas por una maternidad, un curso tal vez... Comentan los aspirantes que la lista de la que tira la Xunta para cubrir esos imprevistos se ha acabado y de ahí que convoquen plazas.

En el punto contrario al de Rocío está André. Tiene 23 años y se acaba de graduar. No podrá pelear por una plaza porque no le da tiempo a terminar el máster, que es preceptivo para concursar. Pero seguirá todo el curso en la academia preparando el temario de las oposiciones.

—Pero si las convocan a ritmo de una cada diez años, le quedan muchos para presentarse.

—Eso nunca se sabe.

Dice una preceptora de Premir en Santiago, que prepara opositores para Servizos á Comunidade, que para presentarse con garantías hay que dedicarle doce horas al día durante dos años. En esta especialidad, la frecuencia de convocatorias es también dilatada. Aparecen cada seis o siete años y, normalmente, en poca cantidad. Sus alumnos aspiran a ser profesores de Formación Profesional que darán clase a aquellos que quieren trabajar en una escuela infantil o cuidar de personas mayores. «Os opositores son xente con moita vocación, e moi preparada. Hai moita competencia», dice esta preceptora, que fue número 1 de su oposición.

«¿Doce horas estudiando? Es imposible. Nadie puede hacer eso. Es un ritmo inaguantable», reflexiona una candidata de 25 años en A Coruña. El grupo de alumnos que la rodea, más o menos de su edad, asiente. Doce horas son demasiadas. Ellos dedicarán una media de 7 y dejarán fuera el fin de semana. ¿Tienen expectativas? Cuanto más jóvenes, menos. Esperan al menos entrar en una lista y calculan que el mercado se va a agitar por toda España, así que están dispuestos a presentarse en otras comunidades, en aprovechar la ola que, al fin y al cabo, tampoco hay tantas.

María tiene 24 años y, aunque se va a esforzar, no cree que haya plaza para ella. En tal caso, haría el doctorado. Alfredo, que tiene 27, parece más decidido. Es de Ourense, sus padres son profesores y se ve con posibilidades: «Siete horas al día y, los fines de semana, ya veremos». Santiago también ve posibilidades. Tiene 36 años y una planificación de estudio: «Veremos a ver si la puedo llevar a cabo», sonríe. Sabe que el premio vale la pena: «Es un buen empleo, bien pagado, con buen horario y, si un día tengo hijos, lo podré compaginar con ellos». Hay muchos sueños en ese aula. Y en otras muchas por toda Galicia, en bibliotecas y en habitaciones privadas. De momento aún están celebrando la convocatoria de las plazas, de esas que no salen casi nunca: «Xa o creo que o celebramos, e esperamos celebralo outra vez en xuño», dice la profesora de Santiago. Ahora ya, a estudiar.