Jaume Llaverola, el abuelo de la OK Liga, 15 años después de fichar por el Liceo

A CORUÑA CIUDAD

A sus 44 años, su equipo se enfrentará mañana al Liceo mientras él juega su partido más importante: ser padre

21 nov 2019 . Actualizado a las 09:32 h.

Tiene 44 años. Es el abuelo de la OK Liga, en donde defiende la portería del Gerona. Pero lo ha sido todo en este deporte. Jaume Llaverola (Igualada, 1975) se enfrentará mañana al que, según él, ha sido el equipo de su vida: el Liceo. «Adoro A Coruña. Estuve cinco años allí y sabía que cuando saliese de allí, mi carrera ya no sería tan profesional», reconoce el veterano jugador.

Solo hay un motivo por el que podría perderse una cita muy especial para él. El nacimiento de su primer hijo: «Mi mujer ha salido de cuentas y a ver qué nos dice el médico. Ya tengo muchas ganas, ya no por mi, sino por la madre. Así que ya nos decimos: Venga va, sal de una vez». El primogénito se llamará Met. Un nombre desconocido pero cargado de cariño para la familia Llaverola. «Mi padre se llama Jauma, a mí siempre me han llamado Jaumet, y el diminutivo de mi nombre es Met, así que él se llamará así», aclara el orgulloso futuro padre.

Consciente de que esta nueva etapa le cambiará la vida, echa la vista atrás y recuerda al jugador ya no tan joven —fichó con 29 años— que llegó a A Coruña hace quince años para jugar en el Liceo: «Allí viví mi mejor etapa, la más profesional. Después todo cambió».

Igualada, Blanes y Gerona fueron los siguientes destinos de este portero cuya filosofía es ir año a año. Sin pesar más allá. De ser el mejor portero de hockey del mundo, ha pasado a ser el más veterano de la categoría. «En el Gerona, los chavales me llaman abuelete, y apelativos cariñosos que yo me tomo muy bien. El más mayor de la plantilla después de mi tiene 26 años. Ellos me respetan y me escuchan mucho, pero me tratan como uno más. Yo pongo la cordura y la veteranía en el vestuario y ellos la ilusión y la locura propia de su edad. Es lo que me hace divertirme y sobre vivir en este deporte y en el equipo», reconoce.

Aunque no sabe si podrá estar o no en la cancha del Liceo, sabe que su equipo luchará contra un conjunto «que está demostrando lo que es y lo que vale. Es impresionante. Ellos luchan todos los años para ganar títulos y este año están imbatibles. Esta temporada tienen todas las posiblidades de ganar títulos».

Con la experiencia propia que dan los años, Jaume se encuentra físicamente como un chaval. «Lo más importante es que me gusta mucho el hockey. Me encanta este deporte. Además, he tenido la suerte de que no he tenido lesiones graves. Pero lo mejor es que estoy muy bien mentalmente. Con ilusión y ganas haces cualquier cosa y eso es una ilusión muy grande».

Nunca se habría imaginado llegar a esta edad y seguir jugando contra los grandes. «Me hace muchísima ilusión», reconoce. Es consciente de que el objetivo del Gerona es mantener la categoría: «Somos un equipo humilde, estamos luchando por no descender. Ese es nuestro objetivo principal. Aunque el premio sería clasificarse para la Copa del Rey, sobre todo porque se juega en A Coruña y tengo muchas ganas de volver», afirma el nostálgico portero.

Sobre su retirada no quiere ni oír hablar. «El club y los jugadores me quieren y eso me da ganas de continuar. Ahora, soy consciente de que la vida me va a cambiar siendo padre. Y mi mujer y mis amigos me apoyan para que siga, siempre y cuando no haga el ridículo. El día que lo haga ya me dijeron que me lo dirían: ‘Jaumet, deja el hockey’». Pero ahora el partido va de bienvenidas, la que dará el pequeño Met.