Una pierna rota y contusiones: las consecuencias de la borrasca en A Coruña

m. m. o. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

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Protagonizaron uno de los vídeos virales del temporal. Ahora, las dos mujeres descansan en casa

20 nov 2019 . Actualizado a las 12:01 h.

Fue una de las imágenes que reflejó la intensidad del temporal. Aunque de esta vez la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) no le puso nombre a la borrasca que sacudió el noroeste de la península y en la ciudad dejó olas de hasta 17 metros y vientos de más de cien kilómetros por hora, los coruñeses no olvidarán la virulencia del ciclón. Vídeos, como en el que dos mujeres empujadas por las ventisca se precipitan sobre la acera, ayudan a ello.

«Soy de la zona de As Lagoas. Cuando hay viento, allí también pega mucho. Pero, como el jueves pasado, hace años que no recuerdo así el mar en A Coruña», cuenta María del Carmen, una de las protagonistas, a su pesar, del sistema de bajas presiones. Ella y su suegra estaban en Riazor porque tenían cita en el centro de salud San José.

«El taxi nos dejó en el paseo marítimo, detrás del ambulatorio. Ya nos costó trabajo salir del coche. A mi suegra, le dije: ‘‘Agárrame fuerte’’. Echamos a correr porque nos llevaba el viento. Una ráfaga muy fuerte hizo que nos soltásemos. Cuando nos dimos cuenta, estábamos en el suelo», contó a una periodista del programa Voces de A Coruña, de Radio Voz, María del Carmen.

Visita en el centro de salud

«Yo fui la primera que se cayó. Enseguida se acercó la gente a ayudarnos. Y nos trajeron una silla de ruedas para mi suegra. Yo tenía miedo por ella. Fue horrible. La caída fue tremenda», admite. Lo peor es que su suegra, Carmen, iba al médico por una caída previa en un supermercado. Tenían que revisarle el brazo, por eso estaban en ese momento en Riazor.

Ambas fueron atendidas en Urgencias del Chuac. María tiene todavía un codo, una muñeca y las rodillas magulladas por el impacto. Pero, quien le preocupaba era su suegra. Se dio un golpe en la cabeza y tiene la pierna rota, una fisura de rótula y un corte en el pie, detalla su nuera. Está en casa, aunque encamada, precisa María.

Como a ellas, el vendaval no perdonó a los que se asomaban a primera línea de costa. En una ciudad como A Coruña algo que no es nada difícil, ya que se trata de una península encajada en el noroeste.

Primera alerta roja

La circunstancia de que una de las fachadas urbanas de la urbe esté en plena ensenada que mira, mar abierto, al Atlántico, llevó a los servicios meteorológicos de la agencia gallega Meteogalicia a resaltar en los días previos y durante el temporal el alcance de una borrasca que trajo la primera alerta roja del otoño.

El fenómeno atmosférico se dejó notar en el agua, con un mar de fondo con olas de récord, pero también en tierra, con lluvias continúas y ráfagas de viento extremas.