En el epicentro del temporal: «Llamamos tres veces a la ambulancia por lesiones, nunca hemos visto nada igual»

Alejandro García Chouciño
A. g. Chouciño LA VOZ / A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

Empleados de la farmacia Batallán relatan el drama que se vivió en el cruce de Rubine con la calle Riazor por la violencia del viento

16 nov 2019 . Actualizado a las 13:31 h.

El cruce de la calle Riazor (antes Comandante Barja) con Rubine fue un auténtico infierno el jueves para los viandantes. La intensidad de las rachas de viento era arrolladora y las caídas se producían sin cesar. Buena fe de ello dan los empleados de la farmacia Batallán, justo en la esquina más ventilada de A Coruña. «Nunca hemos visto nada igual, un temporal de este calibre», relata José Manuel Rodríguez, farmacéutico. También comenta que todos los inviernos pasa algo, pero no recuerda nada parecido a lo vivido durante el día 14. «Era imposible aguantarse de pie en la calle», destaca.

Y es que desde las 10.00 horas ya contemplaban cómo el vendaval hacía que caminar por la calle Riazor fuese misión imposible. «El momento más crítico fue entre las 11.00 y las 13.00 horas». Apenas 120 minutos en los que llamaron a la ambulancia en «tres ocasiones por lesiones» a causa de las caídas.

«Llegaron tres personas a la farmacia con cortes de consideración», explican. Añaden además que el restaurante Gloria Bendita, frente a la farmacia, también telefoneó a urgencias sanitarias en una ocasión, y aseguran que los trabajadores del 061 aprovechaban los viajes para coger a otros viandantes que presentaban igualmente heridas por caídas y golpes en la vía pública.

Los empleados de la botica ejercieron de enfermeros ante la llegada de nuevos casos. «Les hicimos unas primeras curas como pudimos mientras no llegaba la ambulancia», indican.

La farmacia, así como otros locales de la zona, se convirtió en el refugio que buscaron los afectados. Para volver a salir por la puerta tenían que ir acompañados de dos empleados, que les ayudaban a incorporarse a una de las calles más «aireadas» de toda A Coruña.

Ayer, por las redes sociales circulaban vídeos en los que se aprecian las dificultades de los transeúntes. Muchos se golpearon con un buzón de correos verde que hay justo en esa esquina, o contra los vehículos aparcados. Entre lo más sorprendente, un ciclista derribado y zarandeado por el viento que no era capaz de volver a ponerse en pie con su bicicleta.