La protección de arena se levantó por primera vez en febrero de 1995

Alfonso Andrade Lago
A. Andrade A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

25 may 2021 . Actualizado a las 19:03 h.

Un cuarto de siglo cumplirá en febrero del año que viene la duna artificial de Riazor-Orzán. El 31 de marzo de 1994, un violento temporal se llevó cien metros de la balaustrada de piedra del paseo marítimo. Los daños se produjeron a pesar del aporte de arena que se había realizado en la playa, aunque todavía no existía la duna como tal.

Esta fue precisamente la solución adoptada por la Demarcación de Costas al año siguiente para tratar de evitar destrozos como el de 1994. El viernes 17 de febrero de 1995 comenzaban los trabajos para levantar dunas artificiales entre la calle Sol y el Playa Club con la intención de proteger a los viandantes y el propio paseo marítimo. El día anterior, el agua y la arena habían llegado hasta la calzada a causa del oleaje y se temía lo peor.

La duna funcionó bien aquel día e impidió males mayores todo ese invierno, lo que animó a la Demarcación de Costas a repetir la experiencia al año siguiente. Sin embargo -y esto ha sido una constante-, la pantalla de arena es insuficiente cuando la fuerza del mar resulta explosiva.

Así sucedió el 21 de enero de 1996. Ya con duna protectora en la playa, nada pudo impedir que el océano embravecido se llevase por delante otros 15 metros de balaustrada en la zona del Hotel Riazor. Ahí empezaron las dudas que desde entonces marcarían este cuarto de siglo de dunas, con una clara división entre los ciudadanos.

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