Dos años en una caravana en Marina Coruña

Pablo Portabales
Pablo Portabales A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Un matrimonio pretende venderla para volver a Inglaterra tras visitar a su familia

11 nov 2019 . Actualizado a las 13:00 h.

Cada vez que paso por allí me llama la atención. Es una caravana enorme, de las que se hacen más anchas. Como las que utilizan en las metas de las vueltas ciclistas o en otras grandes citas deportivas. Está aparcada en la explanada de Marina Coruña, donde suelen hacer escala bastantes personas que viajan en este tipo de vehículos. Pero están unos días y se van, mientras que la caravana de la que les hablo, pegada al dique de abrigo, no se mueve. Sabe Dios cuánto tiempo lleva allí. «Pues la aparcamos en agosto del 2017, hace algo más de dos años», aclara su propietaria, Ana Pérez. Desde entonces vive ahí con su marido, el inglés Mark Goodson. «Estamos perfectamente. Tenemos de todo, aire acondicionado si hace calor y calefacción para combatir el frío. El baño es bueno y la habitación más grande que la de muchos pisos. Son 30 metros cuadrados. Tenemos de todo», relata esta mujer. Dice que, en lugar de al día, como el resto de caravanistas, pagan al mes. «Nos hacen un precio especial, pero tampoco un descuento tan grande», asegura.

 Después de todo este tiempo la llamativa caravana ya forma parte del paisaje de esta zona del paseo marítimo, pero no falta mucho para que desaparezca de allí. «Pues a final de mes, si no la vendemos antes, nos la llevamos para nuestra casa de Inglaterra. Lo ideal sería que alguien nos la comprase, pero si no…», avanza Ana con un español perfecto, pero con algo de acento british. Hace dos años y pico decidieron comprar este espectacular modelo de caravana americana. Una vez hecha la compra iniciaron una aventura poco habitual. Viajaron en ferry hasta el puerto francés Calais y, de ahí, circularon hasta A Coruña con un vehículo tipo truck ideal para tirar de la casa con ruedas. Atravesaron toda Francia y recorrieron el norte de España con un objetivo claro: «Vinimos a ver a la familia. Mi tía se puso mala y, como nos acabábamos de jubilar.... Yo me dedicaba a la extracción de sangre en un hospital y mi marido trabajaba como ingeniero. Además de mi tía tengo más familiares aquí, que viven en María Pita, Os Mallos o A Gaiteira, pero no nos planteamos vivir en sus casas. Queríamos ser independientes y no darle que hacer a nadie, así que decidimos vivir en la caravana», resume Ana, mientras no para de llover en la amplia explanada al lado del mar.

Sin ofertas

Pasaron más de dos años, la tía está en una residencia bien atendida, las cosas van mejor, y en Surrey, al sur de Londres, les esperan sus hijos y nietos, a los que solo vieron en viajes esporádicos a Inglaterra. Para esta pareja que vive en la caravana de Marina Coruña llegó el momento de regresar. Piden por la caravana, que es casi del paquete, y por el vehículo que la transporta, 65.000 euros. Hace unas semanas pegaron el cartel de «se vende» en el que indican que «hablamos español» y escribieron sus números de teléfono. «Nos llamó un chico un par de veces, pero no volvió a hacerlo. Nos encantaría regresar a casa en avión, pero si nadie nos la compra tendremos que regresar en ella», comenta desde la que ha sido su casa durante más de dos años. En plan comercial me cuenta que el truck es del 2013 y que está muy bien y que la vivienda móvil tiene de todo. No ponen inconveniente en que entremos en esta caravana que tanta curiosidad despertó a miles de coruñeses en los últimos dos años. Es como estar en una casa con vistas al dique, al Comarea Marina y a la torre de control marítimo. «Nos queda muy a mano para visitar a los familiares», apunta. Televisor enorme en el salón y otro más pequeño en la habitación, una cocina bien equipada, sofá, mesa de comedor y todos los detalles que se pueden imaginar.