
Gisele, brasileña afincada en A Coruña desde hace 16 años, comenzó las prácticas en la línea 1 del bus, donde contó con la ayuda de Mónica Pérez, que lleva un decenio como conductora y que le dio los últimos consejos antes de que Gisele se ponga ella sola al frente de un autobús de la Compañía de Tranvías
11 nov 2019 . Actualizado a las 13:00 h.La línea 1 fue ayer la más femenina en los más de 115 años de historia de la Compañía de Tranvías. Desde primera hora de la mañana dos mujeres estuvieron a los mandos del bus. Fue el primer día al volante para Gisele de Oliveira, natural de Sao Paolo, Brasil, y que lleva 16 años en A Coruña. «Todo muy bien, de verdad. Una maravilla», comenta al final del turno.
Contó con una buena maestra, Mónica Pérez, que forma parte del trío de féminas que hace justo diez años se convirtieron en las primeras mujeres en pilotar buses de la empresa. No representan un porcentaje muy alto sobre el total de los más de doscientos profesionales que cada día surcan las calles y avenidas de la ciudad, pero en el último decenio siempre hubo chicas al volante. Ahí tienen a Mónica y Gisele en la parada de la Avenida del Ejército, 44. «Lo hace fenomenal, mejor que yo», comenta Mónica mientras Gisele sonríe.
«Los nuevos conductores realizan en oficina un completo cursillo de preparación. A continuación, se familiarizan con nuestros buses en cocheras, tras lo que acompañan en la línea a los conductores titulares, observando recorridos, metodología y tareas propias del puesto de conducción. En la última fase, antes de la incorporación definitiva, ocupan el puesto de conductor bajo la supervisión del titular, tras lo que pasan a desempeñar finalmente el cargo», explican desde la empresa.