Camen Beiroa: «Estamos a la vanguardia vecinal de la igualdad entre hombres y mujeres»

Alberto Mahía A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Cedida

Presidenta de la Asociación de Vecinos de Monelos,  se muestra orgullosa de ser la séptima fémina que ocupa el máximo cargo en la entidad

21 oct 2019 . Actualizado a las 21:35 h.

Cuando Carmen Beiroa (Trazo, 1955) llegó a vivir a Monelos se encontró un barrio completamente distinto a lo que es hoy. «Faltaba de todo. Los servicios municipales y el movimiento comercial y vecinal que hoy vemos solo era una ilusión», recuerda la que hoy es presidenta de la asociación vecinal de Monelos-Las Pajaritas. Un colectivo que acaba de celebrar su 40 aniversario por todo lo alto.

—¿Cómo era el barrio cuando fijó en él su residencia, allá por 1976?

—No se parece en nada a lo que es hoy. Todo estaba en crecimiento. Comenzaban a llegar las familias a vivir a las casas de los Marineros, a las edificios de las fases de Elviña. Para que se dé cuenta de cómo era la zona cuando me establecí en ella, la fuente de las Pajaritas solo tenía un año de vida, pues se inauguró en 1975 como un regalo a la ciudad del Ministerio de la Vivienda. El comercio apenas existía más allá de las antiguas casas de comidas o el conocido como Botiquín, en lo que hoy es el parque de Oza, donde se fabricaban las cajas de pescado. Era muy distinto. La población estaba formada, en su mayoría, por gente mayor. Hoy vemos niños y familias jóvenes por todas partes.

—¿Y cómo es ahora? ¿Tienen las necesidades cubiertas?

—Siempre se quiere más, pero es cierto que hoy en día contamos con todos los servicios que un barrio tan grande demanda de las autoridades. Recuerdo cuando solo había una pequeña consulta médica en el barrio de las Flores, cuando los niños no tenían donde jugar más allá de los descampados que abundaban, no había movimiento vecinal ni el centro cívico que hoy tenemos. Por no hablar del crecimiento económico, con la apertura de numerosas tiendas y establecimientos de hostelería. O el gran mercado que hoy disfrutamos.

—Pero siempre habrá algo que echen en falta que todavía no se ha hecho...

—Es cierto. Todavía quedan cosas por hacer. Ya hemos tenido un primer contacto con la nueva alcaldesa hace unos días durante la celebración del 40 aniversario de la asociación. A ella le pediremos, por ejemplo, que elimine la casa deshabitada que hay en Oza, en la calle Joaquín Galiacho.

—¿Siempre estuvo involucrada en el movimiento vecinal?

—La verdad es que sí. Antes de crear nuestra asociación, estuve en la de urbanización Soto-IAR. Luego, en cuanto se fundó la nuestra, siempre estuve muy pendiente y trabajando por su crecimiento. Siempre me gustó luchar por lograr las necesidades del barrio. Además, le diré que soy la séptima mujer al frente de este colectivo, pues la asociación, a lo largo de su historia, tuvo siete presidentes y siete presidentas. Podría decirse que estamos a la vanguardia vecinal de la igualdad entre hombres y mujeres. De hecho, la tesorera también es mujer. Es Marisa Cortiñas y la tengo siempre junto a mí. Incluso cuando me llaman, como ahora lo hace La Voz, siempre quiero que ella esté a mi lado, como en la fotografía. En esta asociación las mujeres siempre tuvimos mucho protagonismo y siempre se nos escuchó.

—¿Se iría a vivir a otro barrio?

—Para nada. Es más, animo a todas las familias que se vengan. Tenemos todas las comodidades, servicios y una asociación con 500 socios. Muy pocos colectivos pueden decirlo. Es un barrio con mucha vida y un gran futuro por delante.