El mal aparcamiento sobrevive en calles del Agra, los Mallos, Cuatro Caminos, Juzgados, Riazor, A Gaiteira o Monte Alto
12 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La campaña contra la doble fila y el mal aparcamiento no será flor de un día. La alcaldesa ya adelantó ayer que durante todo su mandato no se bajará la guardia. La circulación y la fluidez del tráfico, los principales enemigos del mal estacionamiento, es una de las prioridades del Gobierno local. Así lo adelantó ayer la alcaldesa, Inés Rey, en el programa Voces de A Coruña de Radio Voz. Pidió «paciencia y comprensión» por no llegar a todos los sitios, ya que «se trata de una campaña que va a durar en el tiempo, que se ejecutará de forma constante a lo largo de todo el mandato».
En cuanto al balance de multas, la regidora, que visitó la sala de pantallas, reconoció que «todavía» no disponen de datos «porque apenas llevamos cinco días. Pero la iniciativa ya ha comenzado a dar sus frutos en las zonas que estaban más saturadas como podían ser el entorno de la plaza de Lugo, la calle de Juan Flórez... Ya se nota que se ha liberado esa doble fila. Que se puede circular por todos los carriles habilitados».
Por ello ha aprovechado para agradecer la labor desempeñada por los agentes de la Policía Local. No obstante ha recordado que «todavía hay zonas problemáticas, como Oidor Gregorio Tovar, Capitán Juan Varela y todo el entorno de los juzgados, que, sobre todo por las mañanas, tienen mucha afluencia de gente». Son lugares en los que no hay cámaras y los agentes del 092 no dan abasto.
Hay barrios que están todavía manga por hombro. Hay calles, como la de Alcalde Lens, en el Agra, que no hay sitio ni en doble fila. Todo lo largo de la calle está ocupada. La calle Posse, sin ser tan caótica también es otra donde la doble fila y el aparcamiento en la mediana es algo habitual. Como la avenida del Ejército, a la altura del cruce con Ramón y Cajal. O la calle que corre paralela a San Cristóbal.
El caso del hombre que tenía su plaza «ilegal» reservada
La alcaldesa recordó ayer un caso que le transmitió el propio concejal de Movilidad, Juan Díaz Villoslada. El edil, en una de sus visitas a las zonas más afectadas por el mal aparcamiento, se encontró con un conductor que tenía su plaza reservada en doble fila. Ya no en un lugar correcto, sino en uno ilegal. Cuando se iba, dejaba un obstáculo. Cuando regresaba con el coche, lo quitaba y aparcaba él. Y así durante meses. Hasta que lo cazaron.