Seis personas se beneficiaron de las donaciones de un corazón, dos pulmones, dos hígados y dos riñones
23 sep 2019 . Actualizado a las 18:13 h.Entre 70 y 80 personas participaron en los seis trasplantes que se realizaron el jueves, desde las tres de la tarde, y en 12 horas en el Hospital A Coruña. El coordinador de trasplantes del complejo, Fernando Mosteiro Pereira, indicó que seis personas se beneficiaron de estas operaciones, de las que dos tenían carácter de urgencia y una fue llevada a cabo a un menor. «Si ya para un trasplante la infraestructura es compleja, porque hay que movilizar a un par de anestesistas, un par de cirujanos, dos o tres enfermeras, auxiliares, celadores, junto con los pilotos y los mensajeros que traen el órgano, en seis y además con extracciones de órganos se multiplica», reconocía, explicando que la procedencia de los órganos para los seis trasplantes fue de A Coruña y Madrid.
«Llegamos a hacer 10 trasplantes en 24 horas, pero el jueves hicimos seis en un período de 12 horas, una cuestión que no es habitual», admite Mosteiro, puntualizando que se llevaron a cabo dos trasplantes renales, uno cardíaco, un bipulmonar y dos trasplantes hepáticos. «Aproximadamente la mitad de los trasplantes que hacemos en el hospital son de riñón, el segundo en número de trasplantes es el hepático y el trasplante pulmonar y cardíaco tienen un número similar», explica respecto al balance de este tipo de intervenciones en el Chuac, un hospital que lidera el ránking en Galicia y que se encuentra siempre entre los primeros de España en este campo.
«No es habitual, porque logísticamente sea complejo, sino porque tengamos una coincidencia de tantos órganos válidos en un espacio tan corto de tiempo, de los cuales, de esos seis dos fueron urgentes», comenta, explicando que hay dos tipos de trasplantes, uno el electivo, en el que el enfermo está estable, en su casa e incluido en la lista de trasplante y se le llama cuando hay un órgano compatible, y los urgentes, para enfermos que están ingresados y que están en una situación de urgencia (suele ser cardiaca, pulmonar o hepática) y tienen que ser trasplantados en un período corto de tiempo, unas 72 horas, porque si no las posibilidad de fracaso o de complicaciones son altas.
En el caso del jueves, los equipos del Chuac tuvieron dos trasplantes urgentes, en este caso uno pulmonar y uno hepático. «En los trasplantes urgentes son más complejos, porque el enfermo está más inestable y son más difíciles de realizar», comentó.
Aunque el paciente tipo de los receptores de órganos está en la mediana edad, entre 40 y 60 años, uno de las seis intervenciones realizada por el equipo de trasplantes del Chuac fue a un menor de edad.
Mosteiro Pereira indicó que en cuanto a número están en cifras similares a las del año pasado. «Son cifras muy buenas, si de aquí a dos o tres meses seguimos igual va a permitirnos estar entre el tercer y cuarto puesto de los hospitales trasplantadores de España, por detrás de centros como La Fe o Vall d’Hebron, pero son hospitales con una logística e infraestructura mayor que la nuestra. Compiten en una liga que no podemos competir», afirma.
Este año, en el hospital todas las entrevistas que hemos hecho no ha habido ninguna familia que nos dijera que no
El coordinador de trasplantes del Chuac destaca que este año se han registrado «cero negativas». «En este año, en el Hospital A Coruña en todas las entrevistas que hemos hecho no ha habido ninguna familia que nos haya dicho no», remarca y asegura que era una cuestión impensable hace solo tres años. «Hay dos pilares fundamentales, por una parte, los medios de comunicación, que transmiten la importancia de los trasplantes, la solidaridad y los beneficios para la sociedad, y en segundo lugar los niños, las generaciones futuras que hacen que esté cambiando la filosofía de la sociedad», apunta, relacionándolo con que «las coordinaciones de trasplantes estamos yendo a los colegios a dar charlas de divulgación sobre trasplantes de órganos a niños entre 12 y 16 años, y estamos empezando a ver el resultado de esas charlas». «Los niños no toman las decisiones, pero generan un debate en las casas con los padres», considera y estima que esos comentarios hacen que «la filosofía de la gente cambie, evolucionamos muy rápido y sobre todo en Galicia, que estuvimos como primera en cifras de negativas familiares, estamos ya en la media nacional», dice.
