Vecinos de A Zapateira crean grupos de wasap y se organizan ante la nueva oleada de robos

Alberto Mahía A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Detenido tras intentar entrar en una vivienda de Vioño

14 sep 2019 . Actualizado a las 21:18 h.

Los vecinos de las distintas urbanizaciones de A Zapateira están muy vigilantes después de que en la zona se cometiesen cuatro robos en los últimos días. Duermen con un ojo abierto y en contacto entre ellos a través de grupos de wasaps. En cuanto ven un extraño, escuchan un ruido, se alertan. Mucho más cuando de madrugada ladran los perros. De hecho, son muchos los residentes en la zona que adoptaron o adquirieron canes en los últimos años.

A Zapateira siempre fue una de las zonas más afectadas por los asaltos a casas. Sobre todo, por parte de organizaciones criminales y extranjeras. Las alarmas proliferan, pero en muchas ocasiones no sirvieron para nada, pues las bandas profesionales saben cómo eludirlas o anularlas. No obstante, desde la asociación de vecinos se quiere advertir a los delincuentes que los residentes están en alerta y en cuanto sospechan de algo o de alguien, llaman a la Policía Nacional o a la Guardia Civil. Estos cuerpos insisten en que la colaboración ciudadana es crucial para frenar los asaltos y detener a los atracadores.

Desde la policía se asegura que las patrullas están realizando una exhaustiva vigilancia para frenar la oleada. Los agentes trabajan sobre dos perfiles. Tratan de dar con una banda del este de Europa y con una pareja. En este caso se sabe que el hombre asalta las casas y la mujer le espera en el coche para huir, indicaron fuentes próximas a la investigación.

Intento de robo en Vioño

Sobre las cinco de la tarde de este pasado lunes, una dotación de la Policía Local fue comisionada por la sala del 092 para que acudiesen a la calle Revolución Francesa, en donde había alguien intentando acceder a las viviendas de un edificio. Una vez en el lugar, procedieron a subir por los dos ascensores del inmueble, observando que ambos se encontraban parados en el octavo piso. Mientras unos agentes subían, otros quedaron en el portal. Una vez en dicha planta y al abrirse los ascensores, observaron a un varón, sudoroso y sin camiseta, con el torso desnudo, procediendo los agentes a interceptarlo. Dijo que vivía en el edificio. Pero los agentes vieron que una vivienda tenía forzada la cerradura y lo detuvieron.